A pesar de su aspecto externo poco atractivo, se trata de un fruto muy sabroso, de interesantes propiedades nutritivas y muy saludable.
El kiwi es un fruto exótico que proviene de las laderas del Himalaya, concretamente de China Continental. Esta fruta, al madurar en invierno, aparece en el mercado a partir de octubre y se mantiene en perfectas condiciones hasta mayo. Sin embargo, otras variedades como el kiwi procedente de Nueva Zelanda, también pueden consumirse desde finales de mayo hasta principios de noviembre.
A la hora de comprar esta fruta, hay que elegir ejemplares intactos y sin manchas. Se deben descartar los kiwis muy blandos o dañados porque tienen menos sabor o sabores extraños. El tamaño no influye en la calidad del fruto.
El componente mayoritario del kiwi es el agua. Es una fruta de moderado aporte calórico, por su cantidad de hidratos de carbono. En su composición, destaca su contenido en vitamina C, más del doble que el que contiene una naranja. La vitamina C posee una importante acción antioxidante, por lo que contribuye a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, las degenerativas e incluso el cáncer.