Durante los meses más calurosos del año se puede consumir una gran cantidad de frutas de multitud de maneras. Frescas, en macedonia, cocidas en almíbar o en vino y, de vez en cuando, mojadas, untadas y cubiertas de una rica fondue. Este término, cuya traducción al castellano es “derretida”, consiste en introducir en una especie de olla pequeños trozos bien de queso o de chocolate, en función de la receta que se quiera preparar, para que cada uno de los comensales, ayudado de un pincho, se sirva él mismo untando los distintos ingredientes en el queso o el chocolate derretido.
Con el fin de elaborar esta preparación es necesario disponer de un aparato llamado «fondue», que consta de un pequeño infiernillo sobre el que se coloca el recipiente donde se calienta el queso o el chocolate. Además, viene acompañado de unos largos pinchos o tenedores pequeños alargados que permiten introducir los trozos pequeños de frutas en la fondue caliente.
Con chocolate
La fondue de chocolate se puede aromatizar con ralladura de naranja o con mentaPara elaborar una fondue de chocolate se debe partir de ingredientes de calidad. Las tabletas indicadas para ello son las denominadas de cobertura o fondant, que se ponen en una cazuela con un decilitro de agua al baño maría y se calientan hasta que se derriten. Cuando el chocolate ya está fundido, se bate con la nata hasta formar una crema homogénea y se pone a punto de azúcar, todo dentro del baño maría para que el chocolate se mantenga caliente.
Una manera de personalizarlo es aromatizar con ralladura de naranja o unas pequeñas hojas de menta, que son los dos sabores que mejor combinan con el chocolate, aunque también admite otros sabores tan sugerentes como pimientas variadas, toques de vainilla, jengibre, canela o incluso curry para quienes buscan sensaciones más novedosas.
Las frutas
Las frutas que se vayan a utilizar deben ser frescas y no muy maduras ya que se pueden deshacer al contacto con la fondue caliente. Se pueden utilizar frutas de cualquier temporada, pero en verano, además de las de todo el año como plátanos, kiwis, manzanas y peras, se pueden utilizar melocotones, albaricoques, melón, fresas, cerezas o ciruelas, entre muchas otras.Las frutas se pelan, deshuesan y trocean de manera regular de manera que todas tengan el mismo tamaño. Se pueden servir en diferentes platos o en boles agrupados por frutas o bien en pequeñas brochetas, de manera que cada comensal unte su fruta como más le guste. Aunque el aporte calórico es mayor que consumirlas solas, es una buena manera de terminar una ligera comida veraniega.
En la fondue con queso se derrite una mezcla del que más guste, aunque como inicio se puede mezclar gruyer o emmental. Se agrega un poco de vino blanco y unas gotas de licor de cereza llamado Kirsch. Las opciones son tantas como gustos, y se puede dar un toque con licores o vinos blancos más o menos aromáticos.