Las galletas de jengibre son un dulce clásico de Navidad en muchos países de Europa. Se dice que su origen se remonta a mediados del siglo XVI, cuando la reina Isabel I de Inglaterra las obsequiaba. Aunque también hay referencias que las sitúan en Grecia y después en Francia, alrededor del siglo X. Historias aparte, hoy en día forman parte del recetario clásico de Navidad. Existen infinidad de variantes, tanto en los ingredientes como en las formas, pero todas son deliciosas y sirven al propósito de cocinar con los niños y disfrutar con ellos de una actividad gastronómica familiar. Te contamos cómo hacer las galletas de jengibre y te damos algunos consejos de preparación y para decorar.
La historia de las galletas de Navidad
Las galletas de jengibre están ligadas a la historia de Europa, pero también a su literatura. ‘Hansel y Gretel’, el conocido cuento de los hermanos Grimm, es un buen ejemplo de ello. El escenario principal del relato es, precisamente, una casa hecha de pan de jengibre. Una casa que, por su sabor, aspecto y textura, servía como señuelo para llamar la atención de los niños.
Sin duda, este dulce era, y aún es, muy atractivo para los peques. Sobre todo ahora, en vacaciones y en el hogar, cuando se les da la posibilidad de hacerlos y de familiarizarse con la cocina.
Hay varias recetas para hacer estas galletas. Por supuesto, todas llevan jengibre —el ingrediente estrella—, pero existen variantes con el componente dulce (azúcar, melaza o miel), así como en el uso de otras especias (canela, clavo, nuez moscada, etc.).
De todas, hemos elegido la receta más simple, para poder hacerla junto a los niños con facilidad. También hemos buscado la sencillez en el gusto, ya que las elaboraciones que contienen sabores muy pronunciados de especias no siempre triunfan en el paladar infantil.
Cómo preparar las galletas navideñas de jengibre
Imagen: ivabalk
🍪 Ingredientes
Necesitaremos: 250 g de harina, 100 g de azúcar moreno, 140 g de mantequilla, una cucharadita de ralladura de jengibre, un huevo y una pizca de sal.
🍪 Preparación de la masa
- En primer lugar, hay que colocar los ingredientes secos en un bol. En él se mezclan la harina, el azúcar, el jengibre y la sal.
- A continuación, se añaden un huevo batido y la mantequilla, que debe estar blanda (en «punto pomada») para poder trabajar con ella como si fuera plastilina.
- Se mezclan todos los ingredientes con las manos, y con ayuda de los niños, ya que esta parte de la receta les suele gustar mucho.
Un consejo práctico. Si la masa se deshace o desmigaja, porque ha quedado muy seca, se puede verter un poquito de leche para que termine de unirse bien. Si, por el contrario, ha quedado muy líquida, se agregará un poco de harina (aunque no mucha, para evitar que las galletas queden duras después de hornearlas).
🍪 Cortar las galletas
Cuando hayamos conseguido una masa homogénea, la extendemos con un rodillo sobre una superficie lisa y enharinada (puede ser la encimera o la propia mesa de la cocina) hasta que quede de medio centímetro de grosor.
Llega otro momento favorito de los niños: cortar las galletas. Las formas tradicionales son figuras humanas, árboles de Navidad y casas (como la de ‘Hansel y Gretel’).
En el mercado existen cortapastas con estas formas que, además, son adecuados para que los pequeños los usen bajo la supervisión de un adulto. No obstante, hay decenas de alternativas: corazones, círculos, cajas de regalo, estrellas invernales… Cualquier forma es buena, pues lo importante es pasar un buen rato y estimular la creatividad de los niños.
🍪 Horneado
- Mientras los peques cortan las galletas, hay que encender el horno a 180 ºC y forrar una bandeja de horno con papel especial. Allí será donde pondremos las galletas una a una.
- Cuando estén todas (y el horno haya alcanzado la temperatura adecuada), se hornearán durante 15 o 20 minutos, pero no más que eso, para evitar que se quemen. En cualquier caso, habrá que estar atentos a la cocción.
- Las galletas deben quedar doradas. Transcurrido ese tiempo, se retiran del horno y, con ayuda de una espátula, se ponen sobre una rejilla para que se enfríen con más rapidez.
Cómo decorar las galletas de Navidad
Imagen: PublicDomainPictures
Las galletas de Navidad se pueden comer tal cual, espolvorear con azúcar glas, bañar con chocolate fundido o decorar con un glaseado especial. En este caso lo haremos con un glaseado.
⭐ Qué se necesita para el glaseado
Necesitaremos para hacerlo: 100 g de azúcar glas, una clara de huevo, zumo de limón y colorante alimentario.
⭐ Cómo se hace
La preparación es muy sencilla.
- Primero se bate la clara a punto de nieve y se añade poco a poco el azúcar glas. Se agregan también unas gotas de limón, pero con precaución. Hay que tener en cuenta que cuanto más limón se eche a la mezcla, más blanda quedará.
- Ojo con la consistencia. La idea, en este caso, es lograr una consistencia maleable para poder dibujar con ella, pero no demasiado líquida. Además, se añaden unas gotas de colorante alimentario, de modo que habrá que estar atentos a la consistencia del glaseado.
- Como son galletas de Navidad, si tienen forma de árboles, de campanas o de bolas decorativas, se elegirán colores acordes a la celebración, como verde y rojo (el blanco ya se tiene con el glaseado natural). En el caso de las galletas con forma humana, se puede usar también un poquito de chocolate fundido para dibujar los ojos y la boca.
- La idea, en todos los casos, es colocar el glaseado de colores en diferentes mangas pasteleras, con la abertura pequeña, para conseguir un trazo fino. Si no tienes este utensilio de pastelería, puedes usar unas bolsas de plástico (limpias), cortándoles una de las esquinas para que la mezcla salga por allí. Así ya se puede dibujar, dejar secar y ¡listo!