La Garcinia cambogia se ha puesto de moda como “el gran aliado para adelgazar”, si bien está presente en las estanterías de farmacias, parafarmacias y herbodietéticas desde hace años. Esta planta, que se comercializa en cápsulas o extracto, se ofrece al público como un presunto agente para perder kilos o mantener el peso. Sin embargo, sus supuestas propiedades adelgazantes no están demostradas desde el punto de vista científico. Los mensajes que se emplean para vender este complemento recuerdan mucho a las típicas frases usadas para promover dietas milagrosas y métodos con cierta dosis de riesgo. El siguiente artículo expone qué hay de cierto (y qué no) sobre los efectos de este fruto en los planes de adelgazamiento.
Efectos adelgazantes de la Garcinia cambogia: a debate
El ácido hidroxicítrico (o HCA) es el principio activo más relevante que se extrae de la Garcinia cambogia y al cual se atribuyen las propiedades en relación con el metabolismo de las grasas. Según los promotores de este suplemento, los dos principales beneficios del HCA son:
- 1. Reducción en la acumulación de grasa en el tejido adiposo. Uno de los mecanismos propuestos es que este compuesto inhibe la formación de acetil-CoA, una molécula intermedia que se obtiene en parte por la oxidación de los ácidos grasos. También le atribuyen la capacidad de inhibir la lipogénesis de novo, es decir, la formación de grasas en el organismo a partir de algún precursor como la glucosa, lo que se traduciría en una menor acumulación de ácidos grasos en el tejido adiposo. Buscar este efecto en la limitación de la disponibilidad de acetil-CoA para la síntesis de ácidos grasos y la lipogénesis podría tener sentido si se sigue una «dieta lipogénica», es decir, favorecedora de la formación de grasas a partir de un consumo desproporcionado y excesivo de hidratos de carbono. Por ello, en estas circunstancias, si se recurre al uso de este complemento, este debería ser temporal, mientras se enseña a la persona a mejorar sus hábitos de consumo y se le ofrecen alternativas para comer menos azúcares y de una manera más equilibrada.
2. Reducción de la saciedad. Hay documentación científica que asocia la ingesta de Garcinia cambogia con una mayor liberación de serotonina en el cerebro, lo que se ha considerado como el mecanismo principal para la supresión del apetito. No obstante, la mayoría de estos resultados responden a ensayos realizados con animales de experimentación, pero no tanto con humanos.
Garcinia cambogia: pocas evidencias para tantas promesas
Pero no es oro todo lo que reluce. Aunque los efectos mencionados podrían traducirse, en principio, como un apoyo a la Garcinia cambogia en la pérdida de peso, los resultados de los ensayos clínicos más relevantes llevados a cabo en humanos no han reportado diferencias significativas entre los grupos de control (ácido hidroxicítrico) y los grupos placebo. Estas son las conclusiones a las que han llegado en una revisión sobre la eficacia de productos para perder peso realizada por la Universidad Autónoma de Baja California (Tijuana, México).
Los resultados sobre la dudosa eficacia de la Garcinia cambogia coinciden con los descritos en un metaanálisis dirigido por el prestigioso investigador Edzard Ernst. En este estudio, publicado en 2011 en el Journal of Obesity, se concluye que, aunque los extractos de garcinia generan pérdida de peso a corto plazo, la magnitud de este efecto es pequeña y no es significativa cuando solo se consideran los ensayos clínicos rigurosos. En consecuencia, el empleo de este complemento y su relevancia clínica es cuestionable.
Por su parte, el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) recoge que, en abril de 2004, dos investigadores del Departamento de Medicina Alternativa de las universidades de Exeter y Plymouth (Reino Unido) publicaron un extenso estudio para valorar la eficacia y la seguridad de los suplementos dietéticos utilizados como ayuda en la pérdida de peso.
Para ello -prosigue el GREP-AEDN-, los expertos llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura científica para evaluar todas las investigaciones publicadas al respecto (sin restricciones de idioma) en cualquiera de las siguientes bases de datos bibliográficas: MEDLINE, EMBASE, Amed, Cinahl y Cochrane Library. Para ser incluidos, los estudios debían cumplir el requisito de ser aleatorizados y a doble ciego. Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis debían basarse también en el mismo tipo de estudios. Solo cumplieron estos requisitos especificados anteriormente los siguientes suplementos dietéticos: Chitosan, picolinato de cromo, Ephedra sinica, Garcinia cambogia, glucomanano, goma guar, hidroximetilbutirato, Plantago psyllium, piruvato, yerba mate y Yohimba. Sin embargo, de ninguno de los citados suplementos se demostró efectividad en la pérdida de peso, excepto los que contenían Ephedra sinica o efedrina, sustancias asociadas a un elevado riesgo de efectos adversos. Los autores concluyeron que «no se puede recomendar ninguno de los suplementos estudiados».
Los autores del metaanálisis, en atención a los resultados, señalan que se necesitan más estudios antes de recomendar el uso de Garcinia cambogia como tratamiento coadyuvante en la pérdida de peso y proponen que los ensayos futuros sean más rigurosos, con una muestra más representativa y de mayor duración. Según explican, la dosificación de ácido hidroxiácido (HCA), así como la muestra y la duración del estudio (de 2 a 12 semanas), es muy variada entre los distintos ensayos clínicos aleatorizados.
El rango de dosis del principio activo utilizado osciló entre 1 y 2,8 gramos diarios. Por el momento, se desconoce una dosis óptima y tampoco se tiene certeza de la forma química en la que se garantice la máxima biodisponibilidad del compuesto. Los científicos no pueden asegurar que una dosis más elevada de HCA se corresponda con una mejor biodisponibilidad y una mayor acción.
