¿De qué está hecha la gelatina Antiox?
Es un producto elaborado básicamente con agua y una pequeña proporción de gelatina (1,9 %), que le aporta la textura y la mayor parte del valor energético. El resto de los ingredientes son aditivos y aromas empleados por su función para mejorar las propiedades organolépticas (sabor, textura y olor). Aporta, además, una pequeña proporción de sal y vitaminas.
Arándanos por todas partes, menos en su composición
A pesar de que la palabra “arándano” está destacada con un color de letra diferente así como con una fotografía, este producto no contiene arándanos. El sabor se consigue mediante la adición de aromas. Esta práctica está permitida si se aclara que es una “sugerencia de presentación”, algo que no ocurre en este producto.
Presume de vitaminas y de beneficios para la salud, pero…
Esta gelatina indica que es “fuente de vitaminas E y D”. Este mensaje está regulado y puede hacerse siempre que 100 g de alimento aporten 1,8 mg para la vitamina E y 0,75 μg (microgramos) para la vitamina D. Este producto lo cumple, aunque ninguna de estas dos vitaminas procede de las materias primas utilizadas, sino que se añaden como ingrediente.
Podemos obtener la misma cantidad de vitamina E a partir de:
- 5 g de pipas de girasol.
- 10 g de aceite de oliva (una cucharada).
Y de vitamina D, con pequeñas cantidades de productos saludables como:
- Medio langostino (4 g).
- Una lata de atún (aporta 20 veces más vitamina D).
- Un huevo (tiene 10 veces más).
Estas vitaminas añadidas permiten al fabricante incluir en el envase dos declaraciones saludables: “la vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo” y “la vitamina D contribuye al proceso de división celular”. Sin embargo, el resto de ingredientes que acompañan a las vitaminas no tienen ningún interés nutricional.
Proteínas: cantidad, pero poca calidad
Este producto tiene “alto contenido en proteínas”, porque estas suponen al menos el 20 % del valor calórico total del producto. Pero lo importante en este apartado no es la cantidad, sino la calidad. En este caso, la calidad de las proteínas es baja, ya que la gelatina aporta mayoritariamente aminoácidos no esenciales, es decir, aquellos que nuestro cuerpo puede crear por sí mismo y no es necesario aportarlos con la dieta.
Podemos obtener la misma cantidad de proteínas, pero de mayor calidad, a partir de 45 g de yogur natural o de postre de soja, 8 almendras o 25 g de hummus (una cucharada).
Gelatina sin azúcar y con edulcorantes
El sabor dulce de esta gelatina lo aportan los edulcorantes. A pesar de que destaca la presencia de estevia, no es el único utilizado, ni siquiera el más abundante: el edulcorante que está en mayor cantidad es el maltitol, que tiene un poder similar al del azúcar, pero aporta solo 2,4 kcal /100 g (frente a las 4 kcal/100 g de los azúcares simples). Los glucósidos de esteviol y la sucralosa están en menor proporción y no aportan kilocalorías, pero tienen un poder edulcorante muy superior al del azúcar (300 y 600 veces superior, respectivamente).
Todos los edulcorantes autorizados en la Unión Europea son igual de seguros y, desde el punto de vista del consumidor, ninguno ofrece ventajas sobre otros. El problema de los edulcorantes es que acostumbran al paladar a los sabores dulces y esto, en los niños, puede condicionar de forma importante sus hábitos alimentarios en el futuro.
No tiene gluten, pero tampoco debería indicarlo
En el envase puede leerse la mención “sin gluten”, que implica en el producto no contiene más de 20 mg de gluten por cada kilo de alimento. Aunque es verdad, esta mención incumple la legislación, porque se prohíbe destacar la ausencia de determinados ingredientes o nutrientes si otros productos de características similares tampoco los tienen. Es decir, las gelatinas no llevan gluten porque no contienen ningún ingrediente que pueda contenerlo (trigo, centeno, cebada o avena).
Puntuación Nutri-Score y conclusiones
Imagen: Eroski Consumer El único nutriente en cantidad significativa es la proteína, por lo que su contenido energético es muy bajo. La presencia de proteína y la baja cantidad de kilocalorías le dan una buena valoración en Nutri-Score.
Tiene un muy bajo valor energético y nutricional: sus proteínas son de baja calidad y está enriquecido con vitaminas que pueden obtenerse fácilmente de otros alimentos que las contienen de forma natural. No es equivalente a otros alimentos con mayor densidad y calidad nutricional como el yogur natural, que se consumen en los mismos contextos (desayuno, entre horas, postres). Es absolutamente prescindible.