Georgia es un pequeño país situado en la costa del Mar Negro, sobre las montañas del Cáucaso -la frontera natural que separa Europa de Asia-. El turismo que atrae el Mar Negro es una fuente de ingresos muy importante para el país.
Primera visita, la capital
Tbilisi, la capital de Georgia, ha sido considerada la principal ciudad del Cáucaso durante muchos siglos. La parte más encantadora de Tbilisi es la parte vieja de la ciudad, repleta de iglesias, sinagogas y mezquitas por todas sus callejuelas.
Muchos turistas acuden a la capital con el único deseo de relajarse en sus baños de aguas sulfurosas que dieron fama a la ciudad. Sobre la plaza Abanotubani, donde se sitúan los baños, se alza la fortaleza Narikala. Espectaculares son las vistas que desde allí se observan y es el lugar idóneo para continuar con la relajación de los baños.
Svaneti, la región más bella de Georgia
Después de un día tranquilo en la capital, se pueden organizar excursiones diversas para conocer todos los rincones del país. Algunas de las visitas obligadas son la excursión a las montañas del Cáucaso y a la remota ciudad de Svaneti. Esta región de difícil acceso, escondida entre las montañas más altas del Cáucaso, no pudo ser derribada por los invasores que destruyeron el país en repetidas ocasiones. Gracias a esto, conserva gran parte de su cultura y sus tradiciones. Los más aventureros están en el lugar idóneo para practicar trekking y escalada, y quienes prefieran algo más tranquilo pueden visitar pueblos maravillosos como Ushguli. En este pueblo sus habitantes ofrecen la posibilidad al turista de comer y alojarse en sus casas. Una ayuda económica para ellos, y una manera de conocer de cerca la intensa vida de sus pobladores.
El sabor del Cáucaso
En Georgia, sus habitantes empiezan el día con un copioso desayuno que incluye una papilla de sémola y yogur, además de carne, pescado o huevos, acompañado de café, té y leche.
Las comidas principales empiezan con entremeses donde no falta el caviar y los blimis -tortitas de maíz con arenques y salsa de nata agria-. A continuación, se sirve una sopa de verduras de textura densa y seguidamente los platos fuertes. En carnes se puede disfrutar de bovino, ternera y carne de caza. Una de las especialidades es el khinkali, bolas de masa rellena de carne picada. En cuanto a pescados, el salmón es el más consumido.
Otros platos típicos son el khachapuri, una especie de pizza con abundante queso, mantequilla y huevo. Y como postre la especialidad son, los quesos como el tvorog, parecido al requesón, y los helados de todos los sabores elaborados artesanalmente.
Para acompañar las comidas se suele beber kvas, cerveza dulce hecha de malta de cebada, centeno y mucho azúcar. Otras bebidas más fuertes que allí se consumen son el vodka y el chacha, un aguardiente típico de la región. El café es de buena calidad y suele tomarse con helado y vodka. El té es otra de las bebidas más consumidas y suele llevar una cucharada de mermelada de frambuesa que le da un sabor muy especial.
Sobre las aguas del Mar Negro
Para acabar el recorrido, qué mejor lugar que relajarse a las orillas del mar Negro, en la ciudad costera de Batumi. Esta ciudad tiene bellísimos rincones y un atractivo paseo marítimo. Posee un agradable ambiente festivo, especialmente en verano. Son muy frecuentes los festivales en los que no faltan la buena gastronomía y las carreras de caballos.