En Portugal, y también en España, las representaciones gráficas como la rueda de los alimentos son un modo de dar a conocer las recomendaciones dietéticas de consumo de alimentos a la población general. El país pionero en recurrir a este tipo de imágenes como instrumento de educación alimentaria fue precisamente Portugal, ya en la década de los años 70. Este instrumento innovador fue el referente para otros países, que adoptaron modelos educativos muy similares. Actualmente es el método más usado en casi todos los países.
La rueda portuguesa
La rueda de los alimentos es una imagen o representación gráfica que ayuda a escoger y a combinar los alimentos que deberían formar parte de una alimentación equilibrada. Es un símbolo en forma de círculo que se divide en segmentos de diferentes tamaños llamados «Grupos», y que reúnen alimentos con propiedades nutricionales semejantes.
La rueda de los alimentos de Portugal se creó en el año 1977 para la campaña de educación alimentaria «Saber comer es saber vivir». El paso de los años, los avances científicos y las modificaciones de la situación alimentaria portuguesa crearon la necesidad de su reestructuración. La nueva rueda mantiene el formato original dado que es fácil de identificar (se asemeja a un plato común). Sin embargo, no se atribuye la misma importancia a los alimentos representados en ella, cosa que sí sucede con otros modelos educativos. En concreto, la subdivisión de algunos de los grupos (han pasado de ser cinco a siete en la nueva rueda) y el establecimiento de porciones de consumo diarias equivalentes o intercambiables constituyen las principales modificaciones implementadas en esta nueva guía.
¿Qué enseña la rueda portuguesa?
La nueva rueda tiene como finalidad enseñar como debe ser una alimentación saludable:
La rueda portuguesa incluye porciones de consumo diarias equivalentes o intercambiables para hacer la dieta mucho más variada
Completa: promueve tomar alimentos de cada grupo y beber agua, en cantidad suficiente, a diario.
Equilibrada: aconseja comer mayor cantidad de aquellos alimentos que pertenecen a los grupos de mayor dimensión y menor cantidad de los que se encuentran en los grupos de tamaño más reducido, para ajustarse así al número de porciones recomendado.
Variada: recomienda consumir alimentos diferentes dentro de cada grupo variando diariamente, semanalmente y en las diferentes épocas del año.
Recomendaciones generales que acompañan a la rueda
- Cada día deben tomarse alimentos de todos los grupos.
- El número de raciones aconsejado para cada uno de los grupos depende de las necesidades energéticas individuales. De este modo, los niños de corta edad (de 1 a 3 años) deberían consumir el número más reducido de porciones, mientras que los hombres activos y adolescentes deben tomar como referencia el límite alto de porciones. El resto de la población tendrá que orientarse por los valores intermedios.
Las porciones o raciones
Cereales y sus derivados y tubérculos (4 a 11 porciones/día) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de hidratos de carbono. 1 porción fina de pan de maíz (70 gramos) 1 patata y media de tamaño mediano (125 gramos) 5 cucharadas soperas de cereales de tamaño pequeño (35 gramos) 6 galletas tipo María (35 gramos) 6 cucharadas soperas de arroz en crudo (35 gramos) 4 cucharadas soperas de arroz en cocido (110 gramos)
Hortalizas y verduras (3 a 5 porciones/día) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de hidratos de carbono. 2 tazas colmadas de hortalizas variadas en crudo (180 gramos) 1 taza colmada de hortalizas variadas en cocido (140 gramos)
Frutas (3 a 5 porciones/día) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de hidratos de carbono. 1 pieza de fruta de tamaño medio (160 gramos)
Lácteos (2 a 3 porciones/día) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de proteínas y calcio. La mayor parte de la población debe consumir 2 porciones, salvo los niños y adolescentes, que necesitan 3 porciones. 1 taza de desayuno de leche (250 ml) 1 yogur líquido o 1 y medio de yogur sólido (200 gramos) 2 tajadas finas de queso (40 gramos) ¼ de queso fresco de tamaño medio (50 gramos) Media porción de tamaño medio de requesón (100 gramos)
Carnes, pescados y huevos (1,5 a 4,5 porciones/día) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de proteínas. Carnes y pescado crudos (30 gramos) Carnes y pescado cocinados (25 gramos) 1 huevo de tamaño medio (55 gramos)
Legumbres (1 a 2 cada día) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de proteínas. 1 cucharada sopera de legumbre seca en crudo (25 gramos) 3 cucharadas soperas de legumbre fresca en crudo (80 gramos) 3 cucharadas soperas de legumbres secas o frescas cocinadas (80 gramos)
Grasas y aceites (1 a 3 porciones diarias) Alimentos que puede intercambiarse en base a su contenido de grasas. 1 cucharada sopera de aceite (10 gramos) 1 cucharada de café de manteca (10 gramos) 4 cucharadas soperas de nata (30 ml) 1 cucharada de mantequilla o margarina (15 gramos)
Los valores límite (mínimo y máximo) de las porciones recomendadas se calculan para un aporte energético de 1300 calorías/día y 3000 calorías/día, siendo la cantidad intermedia la que se corresponde con una dieta de unas 2200 calorías/día.
En España, la rueda de los alimentos ha sido y sigue siendo un recurso didáctico muy utilizado. La primera rueda de nuestro país se dio a conocer a través del programa EDALNU (Educación en Alimentación y Nutrición), promovido por el Ministerio de Sanidad en la década de los años 70-80. Al igual que en Portugal, los cambios surgidos en la alimentación de los españoles generó la necesidad de su actualización. De este modo, en el año 2005 se publicó una versión actualizada desde la SEDCA (Sociedad Española de dietética y Ciencias de la alimentación). En esta versión actualizada se señala la importancia en la dieta de los diferentes grupos de alimentos mediante el distinto tamaño de los correspondientes sectores, pero no las porciones diarias de consumo. Aquellos alimentos que deben de consumirse en ocasiones esporádicas se representan con un tamaño más reducido respecto a los de consumo frecuente.
En ambas ruedas, el agua, esencial para la vida, se sitúa en el centro sin constituir un grupo propio, ya que forma parte de todos los alimentos.
Cabe destacar que en la rueda portuguesa las legumbres ocupan su propio espacio en la alimentación diaria, cosa que no sucede en la española. Esto se traduce en una menor ingesta diaria y semanal de carnes, pescados, huevos y sus derivados, lo que implica un menor consumo de proteína animal y grasas saturadas. Es decir, en Portugal se promueve el consumo diario de legumbres como fuente de proteína vegetal alternativa al consumo de alimentos de origen animal.