Hacer crepes dulces y salados

Los crepes son fáciles y divertidos de hacer y permiten resolver con originalidad una comida o un postre, ya que admiten rellenos dulces y salados
Por EROSKI Consumer 6 de agosto de 2008
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Imagen: Dream79

Los crepes son unas tortitas muy finas cuya composición básica es una masa realizada a base de leche, harina (de trigo o de maíz), huevos y margarina que, una vez reposada, se cuaja en una sartén antiadherente. En general, los crepes -según el tipo de relleno- se consumen acompañados de una salsa dulce o salada. Otra de las maneras es gratinarlos en el horno. Sin embargo, una forma menos común, aunque muy sabrosa de comerlos, es fritos. A continuación se explica cómo hacer crepes en casa y se ofrecen unas cuantas ideas para presentarlos, tanto dulces como salados.

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La clave: elaborar la masa

Para elaborar la pasta de los crepes, hay que utilizar cuatro cucharadas de harina, un vaso de leche (200 ml), 100 g de margarina derretida y dos huevos. Todos estos ingredientes se mezclan en la batidora y se dejan reposar 20 minutos en el frigorífico. Después de este tiempo ya está la masa lista para cuajar.

En una sartén antiadherente caliente se vierte un cazo de la mixtura y se mueve la sartén para que la masa se extienda por la base. La masa que no se haya quedado adherida a ella se incorpora de nuevo al resto de la mezcla. Se espera a que se dore por un lado, algo que se aprecia cuando el crep queda suelto, y, en ese momento, se le da la vuelta como si fuese una tortilla y se deja que se dore por el otro lado. Se retira y se deja en una fuente o plato y, así, se van acumulando crepes.

Crepes fritos, otra manera de cocinarlos

/imgs/2015/05/63263g.jpgPara elaborar crepes fritos, se parte de la misma masa que la preparación anterior. La diferencia es que solo se cuajan por un lado, para que no se endurezcan al sumergirlos en el aceite de freír. En ese momento se retiran y, con el lado crudo colocado hacia el exterior, se enrolla el relleno, se le da forma y se solda con huevo batido. Será el lado crudo el que se cocerá en la fritura y, de esta manera, quedará crujiente.

Par envolver los crepes y que no se suelten durante la fritura, se empieza a envolver el relleno con uno de sus bordes. A medida que se vaya doblando, se irá untando la parte interior con el huevo batido, hasta formar un pequeño paquete. Una vez listos, se fríen en una sartén con aceite de girasol preferentemente a 200 ºC.

Se dan vueltas con mucho cuidado para que se doren de forma uniforme y, según se vayan sacando, se dejan en una bandeja con papel de cocina, para que escurran el exceso de aceite de la fritura.

Crepes dulces y salados: múltiples combinaciones

La masa de los crepes es neutra, es decir, sirve para rellenar tanto preparados dulces como salados. Esto proporciona numerosas combinaciones a partir de la misma masa. Si se quieren hacer crepes dulces, se puede añadir una cucharada de azúcar glas a la mezcla antes de cuajarla en la sartén. Si se opta por los crepes dulces y fritos, antes se puede aromatizar el aceite de la fritura con una cáscara de naranja o de limón, o unas virutas de canela en rama.

Una vez preparados, los crepes admiten multitud de acompañamientos. Es posible servirlos con un poco de azúcar, rellenos de nata montada, con chocolate caliente, mermelada, frutas variadas, jamón y queso, palitos de cangrejo y verduras, calabacín, berenjena, bacón y dátiles, entre otros.

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