Empecemos con los datos: el 35 % de los menores de entre 8 y 16 años en España tiene exceso de peso y uno de cada cinco sufre obesidad, según el estudio PASOS 2019 de la Gasol Foundation. Y ahora pensemos en todos esos cumpleaños repletos de tartas industriales, refrescos y chucherías a los que nuestros hijos acuden cada mes, o casi cada semana. ¿No podemos hacer nada? Es hora de replantearse las prioridades y, sobre todo, no dar por sentado que los niños solo quieren celebraciones con ese tipo de comida. Descubre a continuación qué puedes hacer para organizar un cumpleaños saludable porque, no lo olvides, el ejemplo lo es todo.
Es posible que, si les damos barra libre, pocos niños tengan fondo en el momento de comer patatas fritas, gusanitos, refrescos y dulces de todo tipo; comidas que aún pueblan el menú de muchas de las numerosas fiestas de cumpleaños a las que acuden cada año, invitados por sus amigos o compañeros del colegio. Sal, azúcares, grasas saturadas y muchas calorías vacías. Pero sería un error pensar que esta es la única manera de que disfruten.
Está en manos de los padres preparar comida que sea a la vez sabrosa, atractiva y nutricionalmente recomendable. Ejemplos hay, y muchos, en Internet, así que repasemos algunas ideas y consejos.
Pero antes, un cambio de paradigma: no señor, no nos juntamos en los cumpleaños para comer, porque eso ya lo estamos haciendo cualquier otro fin de semana. En su lugar, “hay que pensar que un cumpleaños ha de ser una experiencia emocional no centrada en la alimentación”, recomienda el pediatra Carlos Casabona, autor de ‘Tú eliges lo que comes’. “Hace 35 o 40 años, cuando comer ganchitos y beber refrescos era algo excepcional, todavía tenía sentido comerlos en los cumpleaños, porque era un día especial. Pero ese concepto se pierde cuando cada mes hay varios cumpleaños en los que se come lo mismo que cualquier sábado”, señala.
Ideas para hacer un cumpleaños más saludable
Puede que sea la hora de cambiar la oferta del menú y poblarla de alimentos tan ricos como nutricionalmente recomendables: sorprenderás a niños y mayores. Y recuerda que, siempre que sea posible, es mejor escoger productos de temporada y proximidad para reducir nuestra huella de carbono y que la celebración sea más sostenible:
- Cremas para dipear como guacamole, humus o baba ganoush, acompañadas de pan integral y baby carrots o palitos de zanahoria.
- Vasitos con yogur y trozos de fruta que también puede servirse en deliciosas brochetas, incluso bañadas en chocolate (siempre que sea alto en cacao y sin azúcares añadidos).
- ¿Qué opinas de unas tostas de crema de cacahuete o pasta de avellanas hechas en la comodidad de tu propia cocina?
- No te olvides de los clásicos elaborados en casa, porque seguro que devoran una buena tortilla de patatas o, por qué no, una empanada.
- Para picar, tomates cherry, frutos secos (siempre que los pequeños tengan más de tres años), palomitas caseras o algunos encurtidos como aceitunas (sin demasiada sal).
- De beber, batidos naturales sin azúcar añadido o aguas saborizadas.
- En vez de tartas industriales ultraprocesadas, puede prepararse una receta casera y pedir la colaboración de los niños.
- Desde luego, tampoco es necesario volverse loco, por lo que, si al pequeño le gusta, podemos incluir unas patatas fritas (eso sí, sin mucha sal).
Imagen: Anna Prosekova
En cualquier caso, recuerda que la comida no debería ser lo más importante en un cumpleaños, sino que se lo pasen bien jugando todos juntos. “Podemos, por ejemplo, involucrar al pequeño en la propia preparación de la fiesta elaborando los aperitivos, poniendo las guirnaldas o cortando las rodajitas de naranja para decorar los vasos de agua”, explica Casabona. Y luego, dedicar a la celebración el tiempo que sea necesario, planificando la música y los juegos que se organizarán (adaptados a cada edad), como concursos (una yincana dejando pistas por toda la casa, por ejemplo), un karaoke e incluso una mini escape room.
Organizar juegos y sorpresas para niños
Y aunque pueda resultar imposible de pensar, no pasa nada si no se invita a todos los niños de la clase, “por quedar bien”: es mejor invitar solo a aquellos con los que tu hijo tiene más afinidad. En vez de gastar todo un presupuesto en comida, se puede invertir más en el entretenimiento y traer a algún grupito de teatro local o a un mago (pero, eso sí, manteniendo el sentido común: es solo una fiesta de cumpleaños). “Y si no hay tanto dinero, tú mismo puedes entretenerlos, pero planeándolo antes”, recomienda el pediatra.
Tampoco conviene olvidar el bienestar emocional del menor y la idea que se le está transmitiendo si se le organiza una macrofiesta con multitud de regalos, ya que pueden incluso hacer que el homenajeado llegue a identificar la felicidad con la cantidad de presentes recibidos y de personas que acudan a la celebración. Una posible alternativa es que los padres de la escuela se organicen para, por ejemplo, realizar un solo regalo conjunto.
Y como recuerdo de fin de fiesta, deja de lado la sempiterna bolsa de chucherías y sustitúyela por un detalle bien pensado, como un dibujo bonito en una cartulina o incluso una lámina plastificada, con una foto de la tarta por un lado y la receta en el otro (algo que, a buen seguro, hará las delicias de los padres).