La cereza es un rubí gastronómico. De color intenso, delicada y llamativa, muchas veces esta fruta desempeña una función ornamental, ya que se emplea para decorar postres y otros platos. Pero, además, la cereza tiene interesantes propiedades nutricionales: rica en antioxidantes y en fibra, su contenido calórico no es muy elevado y aporta potasio, magnesio y calcio. Y, por supuesto, se puede utilizar para elaborar muchas recetas, no solo para decorar o comer tal cual. A continuación, te damos algunas ideas para aprovechar las cerezas en plena temporada.
Salsa de cerezas para carnes
La salsa de cerezas es un contrapunto delicioso para los alimentos salados, como las carnes o el queso. El resultado es muy vistoso y da un toque agridulce especial a los platos más sencillos.
🍒 Qué necesitas
Para prepararla se necesitan estos ingredientes: 300 g de cerezas, 50 g de azúcar moreno, 50 ml de agua, un limón, 30 ml de aceite de oliva, 10 ml de vino blanco, una pizca de sal y 2 g de pimientas variadas.
🍒 Cómo se prepara
- Lava y deshuesa las cerezas.
- Aparte, en una cazuela, coloca el azúcar, la ralladura de medio limón, el zumo de medio limón, dos cucharadas de vino blanco, además del agua, y llévalo a ebullición.
- Incorporan las cerezas y hierve todo durante 10 minutos.
- Retira del fuego y deja en reposo 2 horas.
- Una vez fría, esta salsa se pasa por un colador chino pero sin triturar, solo ayudando a pasar los jugos aplastando con una espátula.
- Finalmente, dale un toque con unas gotas de aceite de oliva, una pizca de sal y pimientas variadas. Lleva de nuevo al fuego, deja que hierva un instante para que se unan todos los ingredientes y ¡ya está lista la salsa de cerezas!
Cerezas confitadas
Las cerezas confitadas son un auténtico manjar para emplear con algunos postres, como la tarta de queso, la macedonia o varios helados. También da mucho juego en aperitivos o canapés, como unas tostas con queso fresco. Las cerezas confitadas se pueden comprar hechas, en conserva, aunque el sabor casero marca una notable diferencia. La receta es muy fácil de hacer.
🍒 Qué necesitas
Solo se necesitan: 400 g de cerezas, 100 g de azúcar, 100 ml de agua y un limón.
🍒 Cómo se prepara
- Coloca en una cazuela el azúcar, la ralladura de medio limón, el zumo del limón entero y el agua.
- Lleva a ebullición. En ese momento, incorpora las cerezas sin hueso y hiérvelas alrededor de 10 minutos.
- Pasado ese tiempo, retira del fuego y deja la cazuela en reposo toda la noche.
Batido helado de cerezas
Esta receta es muy refrescante y se puede preparar con sutiles variantes. Se puede servir fría pero sin llevar al congelador, para que tenga textura de smoothie en lugar de granizado, o emplear leche en lugar de agua para obtener un resultado más cremoso.
🍒 Qué necesitas
En principio, los ingredientes son estos cuatro: 250 g de cerezas, 125 g de azúcar, 100 ml de agua y 25 ml de zumo de limón.
🍒 Cómo se prepara
- Empieza por lavar las cerezas y quitarles el hueso.
- Tritura la pulpa hasta que quede hecha un puré.
- Mezcla el azúcar con un vaso de agua y cuécelo durante 5 minutos hasta formar un almíbar ligero.
- Retira el almíbar del fuego, añade el zumo de limón y deja que se enfríe.
- Después, mezcla el almíbar con el puré de cerezas y viértelo en un recipiente ancho para que se congele cuanto antes.
- Deja que repose en el congelador, removiendo la mezcla cada 30 minutos durante 2 horas y, luego, deja que se congele, pero solo hasta que quede granizado o sorbete, y no congelado uniforme.
- Sírvelo semicongelado, acompañado de unas cerezas frescas.