Un estudio realizado por la Universidad de Utah y el Instituto Huntsman de Cáncer, ambos en Estados Unidos, mantiene que beber café protege contra el cáncer de cabeza y cuello. Los autores de este trabajo, publicado en la edición on line de «Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention», utilizaron los datos de un análisis conjunto desarrollado sobre nueve estudios, recogidos por el Consorcio Internacional de Epidemiología sobre Cáncer de Cabeza y Cuello (INHANCE).
Los datos recopilados pertenecían a bebedores regulares de café, que tomaban casi cuatro o más tazas al día. Al compararlos con datos de no bebedores de café, los primeros demostraron tener un 39% menos de riesgo de sufrir un cáncer de boca y faringe. Los datos sobre el café descafeinado eran demasiado escasos para un análisis detallado, pero indicaron un riesgo no aumentado. Por su parte, el consumo de té no se asoció con el riesgo de padecer un cáncer de cabeza y cuello. La asociación era más fiable entre quienes consumían café con regularidad, lo que supone tomar más de cuatro tazas diarias.
Si se tiene en cuenta que el consumo de café está tan extendido y que hay una incidencia relativamente alta y una baja tasa de supervivencia de este tipo de cánceres, estos «resultados tienen importantes implicaciones de salud pública que necesitan ser investigadas con mayor profundidad», aseguró la autora principal de este trabajo, Mia Hashibe, profesora adjunta del Departamento de Medicina Familiar y Preventiva de la Universidad de Utah e investigadora del Instituto Huntsman del Cáncer. «Lo que hace únicos nuestros resultados es que utilizamos una muestra de gran tamaño y, desde que combinamos datos de diferentes investigaciones, tenemos más poder estadístico para detectar asociaciones entre el cáncer y el café», añadió.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard presentó en la Conferencia de Investigación en Prevención del Cáncer de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR), celebrada el pasado diciembre, unos datos que demostraban una fuerte asociación inversa entre el consumo de café y el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Los hombres que bebían más café tenían un 60% menos de riesgo de sufrir un cáncer de próstata que aquellos que no consumían café, según este trabajo. En fechas más recientes, los resultados de otro estudio, realizado por investigadores del Imperial College, de Londres y publicado en enero en «Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention», demostraron un aumento del riesgo de gliomas (tumores cerebrales) asociados al café. Esta asociación se detectó entre quienes bebían cinco o más tazas de café o té diarias.