El bonito es un pescado azul de gran calidad. Contiene alrededor de un 6% de grasa, sobre todo insaturada (67% del total). En su composición destaca el contenido de ácido linoleico, ácidos grasos omega 3 y ácido oleico. Al igual que el resto de pescados, aporta cantidades insignificantes de hidratos de carbono, pero muy importantes de proteínas de alto valor biológico (21%). De su aporte en minerales destaca el yodo, el hierro, el flúor, el fósforo y el magnesio. Es buena fuente de Niacina, vitamina B2, y en menor medida de vitamina B1. Las vitaminas solubles en grasa, A y D, están presentes en las zonas más grasas, vísceras (hígado, principalmente) y músculo.
Ahora que está de temporada podemos aprovechar un precio más ajustado, aunque cada año su valor está en alza, para comprarlo fresco. Su jugosa carne permite mil y una maneras de cocinarlo: frito, a la plancha, al horno, cocido en marmitako, condimentado con especias, en salsa, e incluso, usarlo como ingrediente de ensaladas, para el relleno de verduras como el tomate o el aguacate.