A la vista del previsible aumento de la «agresividad» en las técnicas para captar clientes, la Agencia Catalana de Consumo (ACC) inicia este mes una campaña inspectora específica para detectar publicidad engañosa en la venta de viviendas.
El hecho de que se haya frenado el mercado inmobiliario hace temer que las promotoras «utilizarán una publicidad más agresiva para captar clientes», según avanzó el director de la ACC, Jordi Anguera. Esta tendencia ya ha empezado a detectarse y existe el riesgo de que siga incrementándose, añadió.
La publicidad que se hace de una promoción inmobiliaria es «vinculante» para el promotor, y todo lo que aparece en ella tiene que cumplirse después, «aunque luego no esté en el contrato que se firma», recordó Anguera. Asimismo, se vigilarán algunos datos que se incluyen en la publicidad, como los minutos a los que supuestamente se encuentra la vivienda de algún lugar de interés.
Esta campaña empieza este mes desde los servicios centrales de la Agencia Catalana de Consumo en Barcelona y se analizará cualquier tipo de propaganda que se haga por los canales habituales donde la gente busca a la hora de comprarse un piso, como Internet, prensa escrita, revistas gratuitas o folletos informativos, entre otros. La fase inspectora durará unos dos meses y, después, los inspectores pasarán la información al área de procedimiento, formada por el cuerpo de abogados de la agencia, que decidirán si se abre expediente sancionador en función de las infracciones detectadas, lo que se comunicaría a la empresa para que puedan presentar sus alegaciones.