La carne de avestruz tiene muy poca grasa, alrededor de los 2 g por cada 100 g de porción comestible, incluida en el músculo. Aporta menos calorías que otras carnes (114 kcal/100 g) y unos niveles de colesterol bajos (68,2 mg), próximos a los del pollo o el pavo. También aporta proteínas de alto valor biológico (25,8 g/100 g), vitaminas del grupo B y minerales como el fósforo, el cinc, el cobre y el manganeso. Esta carne requiere una preparación muy cuidadosa; necesita cocciones o frituras cortas para evitar que se quede seca y estropajosa, por lo que hay que evitar emplear cocciones prolongadas. Cuando se elabora en la forma adecuada, resulta una carne jugosa y fácil de digerir. Admite muy bien el macerado con hierbas aromáticas.