La dieta mediterránea previene entre un 40% y un 50% los casos de depresión, una enfermedad que afecta a un 15% de la población, según un estudio dirigido por la Universidad de Navarra sobre una muestra de más de 10.000 personas voluntarias.
Publicado en la revista «Archives of General Psychiatry», este trabajo se desarrolló en España entre 1999 y 2006 sobre una muestra de 10.094 personas, más de la mitad de ellas eran médicos, enfermeras y farmacéuticos, que no sufrían depresión. De éstas, 480 desarrollaron una depresión diagnosticada. A continuación, se comparó la frecuencia de aparición de la enfermedad en función del grado de seguimiento de la dieta mediterránea clásica.
El estudio concluye que quienes seguían este patrón tradicional de dieta redujeron entre un 40% y un 50% el riesgo de desarrollar depresión, explicó el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez. Además, las deducciones del estudio resultan coherentes con el hecho de que los países mediterráneos ostentan las menores tasas de depresión de Europa, indicó.
El experto subrayó así la importancia de mantener una dieta mediterránea, que se caracteriza por un alto consumo de verduras, frutas, frutos secos, cereales, legumbres, pescado y aceite de oliva. También se aconseja en esta dieta un consumo moderado de alcohol, a ser posible de vino tinto, y una reducida ingestión de productos cárnicos, sobre todo carne roja, y de lácteos.
En relación a las causas por las que esta dieta es beneficiosa para prevenir la depresión, la profesora de Medicina Preventiva de la Universidad de Las Palmas Almudena Sánchez Villegas comentó que algunos componentes como el aceite de oliva o los ácidos grasos omega 3 pueden actuar sobre los mecanismos de acción de los neurotransmisores implicados en esta enfermedad, como la serotonina, y mejorar también la funcionalidad de las membranas de las células nerviosas. Además, la capacidad protectora de la dieta mediterránea frente a la depresión podría asociarse con un consumo más elevado de algunas vitaminas del grupo B y del ácido fólico, presentes en los productos de origen vegetal, como frutas, verduras y legumbres.