El periodo vacacional conlleva cambios en la rutina del día a día, lo que provoca un descuido y descontrol en la alimentación al consumir productos más pesados y grasos. Sin embargo, optar por hábitos saludables, que favorezcan una dieta sana y equilibrada durante los meses de calor, es posible gracias a alimentos como verduras y frutas. En este artículo se aborda cómo utilizar las verduras congeladas para hidratarse y reponer la pérdida de agua y sales minerales en verano.
En verano hay más posibilidades de deshidratarse. Para que esto no suceda, los expertos recomiendan aumentar el consumo de líquidos, además de incorporar e incrementar el número de piezas de verduras y frutas al día, ya que son ricas en agua, vitaminas, antioxidantes y minerales. En definitiva, resultan perfectas para afrontar la temporada veraniega, puesto que, a su vez, ayudan a mejorar el funcionamiento del organismo, tanto por dentro como por fuera.
Las verduras congeladas, idóneas para el verano
En los meses de calor, las verduras congeladas se presentan como una de las mejores opciones para controlar la alimentación. Se recomienda incluirlas como uno de los alimentos principales de cualquier plato veraniego, ya sea principal o postre. Y no solo por los beneficios que aportan, sino también por la ligereza y frescura que proporcionan al cuerpo humano.
Con las verduras congeladas, que ayudan a hidratar y a reponer la pérdida de aguas y sales al organismo (producida por la transpiración del cuerpo cuando la temperatura exterior asciende), se puede cocinar una gran variedad de platos, desde zumos hasta gazpachos, pasando por purés fríos o ensaladas de todo tipo.
En el caso de las ensaladas, que apenas requieren preparación culinaria, son esenciales en la época estival al contener vitaminas, minerales y fibra. No obstante, en toda ensalada hay que cuidar su aliño. Lo adecuado es que se recurra al aceite de oliva, limón o vinagre, huyendo de las salsas más contundentes. Además, las ensaladas se pueden combinar con otros ingredientes, como pastas, frutos secos o quesos, con la finalidad de llevar a cabo una alimentación por completo equilibrada.
En este sentido, hay alimentos básicos que no deben eliminarse de la dieta durante los meses de verano. Entre ellos, cabe destacar los pescados, las legumbres o los cereales.
Las verduras congeladas, perfectas para preparar ricos platos
En verano también es fundamental apostar por alimentos fáciles de preparar, y las verduras congeladas son uno de ellos. Vienen lavadas, cortadas y listas para cocinar y, por tanto, no es necesario esperar a que se descongelen. Además, durante esta época, los procesos culinarios son más sencillos, pudiendo recurrir al salteado, a la plancha o a la parrilla, entre otros; todos ellos permiten mantener los valores nutricionales de las verduras congeladas sin la necesidad de incorporar conservantes, grasas u otros aditivos.
No obstante, para llevar a cabo una alimentación controlada en esta época, y sin renunciar al tiempo libre, los especialistas también aconsejan realizar alguna actividad física durante las horas de menos calor, puesto que el deporte mejora el estado de ánimo, así como el bienestar de cada uno.
En resumen, durante la temporada de verano se puede evitar con facilidad el picoteo, las bebidas azucaradas, los fritos o la bollería (es decir, todo lo que nos aleja de un estilo de vida saludable), gracias al consumo de verduras congeladas.
Por ello, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet, que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En la página se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.