Un experimento realizado por la universidad china de Chongquing asegura que los pimientos picantes pueden ser beneficiosos para las personas con una tensión arterial alta. Han descubierto que uno de sus componentes, la capsaicina, resulta eficaz para relajar los vasos sanguíneos y controlar la tensión a largo plazo.
El estudio, que se ha demostrado con éxito en ratones, explica que la capsaicina consigue que se active un receptor conocido como TRPV1. A través de él, se potencia la producción de monóxido de nitrógeno, una molécula gaseosa que protege a las arterias de inflamaciones y otras patologías.
Esta sustancia está presente en alimentos como la guindilla, el chile, la pimienta cayena o los pimientos del Padrón. Si se probaran sus efectos beneficiosos a largo plazo, todavía faltaría saber cuál es la cantidad necesaria para que surtan resultado. Sin embargo, y a falta de un estudio epidemiológico que lo avale, algunos datos ya apuntan en esta dirección. En este sentido, los científicos han observado que mientras la hipertensión afecta en el noroeste de China a más del 20% de la población, esta cifra se sitúa entre el 10% y el 14% en su vertiente suroriental, donde los pimientos picantes son parte de la dieta habitual de sus habitantes.