Especialistas reunidos en la «Mesa Redonda sobre Deficiencias de Calcio y Vitamina D en la población infantil y juvenil española», organizada por el Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud, indicaron ayer que los españoles no consumen la ingesta recomendada de calcio y vitamina D necesaria para evitar complicaciones en la vejez, como la osteoporosis u otros problemas en los que se ven comprometidos los huesos.
El catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo CEU, Gregorio Varela Moreiras, explicó que los huesos son tejidos vivos, que crecen hasta los 30 años en promedio y cuyo mantenimiento requiere de un muy buen depósito de calcio en la edad juvenil. La falta de actividad física y una mala dieta carente de lácteos debilitan los huesos, recordó el experto, que señaló que después de los 30 años se empieza a perder masa ósea.
Para que un joven cumpla con el requerimiento de calcio debería tomar un vaso de leche al desayuno, un batido a mitad de la mañana, un yogur al almuerzo, un bocadillo de queso en la tarde y un vaso de leche de nuevo en la noche, explicó por su parte el jefe del Servicio de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Días, Manuel Díaz Curiel. A este respecto, la doctora Pilar Riobó Serván, del servicio de Endocrinología de la Fundación Jiménez Díaz, sugirió la posibilidad de reemplazar con suplementos de calcio los faltantes naturales en la dieta y señaló que incluso «es más fácil controlar que el niño tome una pastilla a que esté tomando leche». No obstante, es mucho más efectiva la absorción del calcio en el cuerpo cuando se trata de alimentos en lugar de suplementos, reconoció.
Los especialistas coincidieron en resaltar la importancia de la vitamina D, necesaria para que el calcio se quede en el organismo. «Podemos tener todo el calcio, pero si nos falta la vitamina D no tendremos como dejarlo en el cuerpo», advirtió Díaz Curiel. Sin embargo, la vitamina D se encuentra poco en la dieta. La exposición al sol es fundamental para aumentar los niveles de vitamina D y un reciente estudio comparativo entre diferentes países europeos señaló que el 96% de las adolescentes durante el verano afirmaron haber tomado el sol. Sin embargo, en invierno el déficit de vitamina D aumenta.