La lactancia mixta consiste en alimentar al bebé con lactancia materna y artificial al mismo tiempo. Una opción muy recomendable tanto para la madre como para su bebé.
La lactancia mixta se ha de prescribir por el pediatra, en ningún caso se debe comenzar por iniciativa propia.
La lactancia mixta debe ser prescrita por un facultativo, aunque la madre puede hacer notar su conveniencia si nota que su bebé hace pocas cacas o gana poco peso
Por lo general, lo más adecuado es empezar por la toma de leche materna y dar a continuación la mitad de la dosis recomendada para la edad de la fórmula adaptada.
¿Por qué se recurre a la lactancia mixta?
Después de unos meses, o unas semanas, de lactancia materna, en ocasiones suele ser preciso recurrir a la utilización del biberón con fórmulas adaptadas en alguna de las tomas del día. Son varias las razones por las que la madre ha de recurrir a este tipo de lactancia. La más común es la insuficiente producción de leche, una alteración que se conoce con el nombre de hipogalactia. En otras ocasiones es debido a problemas físicos o psicológicos por parte de la madre, lo que dificulta una lactancia materna exclusiva. Otros casos en los que la lactancia mixta resulta imprescindible es el de los bebés prematuros, dado su grado de inmadurez y desarrollo.
Cómo sabe la madre que no tiene suficiente leche
Un signo claro de que la madre no tiene suficiente leche, es la escasa ganancia de peso y talla del bebé, o que éste manifieste verdaderos problemas para hacer cacas. Si no recibe el alimento que necesita, dificilmente va a poder hacer deposiciones, siquiera mínimas, y hay que tener en cuenta que lo habitual en la lactancia es que al bebé haya que cambiarle el pañal al poco rato de haber comido. El abandono parcial o total de la lactancia materna en ocasiones se debe a causas sociales, ya que muchas madres al trabajar fuera de casa no tienen facilidades para dar pecho a su bebé en todas las tomas. Sin embargo, en la mayoría de los casos se recurre a la lactancia mixta debido a la falta de información y de apoyo a la madre en cuanto a las técnicas de amamantamiento. Algunos de los errores más frecuentes son una mala postura del bebé al pecho, horarios rígidos en las tomas, un vaciado incompleto de los senos o la administración innecesaria de suplementos.
¿Tiene consecuencias?
Mantener una lactancia mixta durante mucho tiempo resulta, en ocasiones, difícil. Una vez que se comienza a dar al bebé el biberón con la fórmula adaptada, dada la mayor facilidad de succión que implica la tetina respecto al pecho materno, el bebé puede acabar rechazando el pecho. Si cada vez hay un menor estímulo de succión por parte del bebé a la teta, la producción de leche materna disminuye progresivamente. Para evitarlo, conviene extraer la leche materna con ayuda de un sacaleches, de modo que algunas tomas de biberón sigan siendo de leche de mujer.
Enlaces de interés:
Guía práctica Consumer Todo sobre mi bebé: La lactancia