La mantequilla no es adecuada para cocinar debido a que por encima de los 90ºC se quema y se forma un compuesto denominado acroleína, sustancia con un sabor y olor desagradables e irritante de la mucosa del estómago. Sin embargo, si sólo se deja derretir, puede emplearse para saltear ligeramente diversos alimentos, proporcionándoles un sabor agradable y característico. De todas formas, su digestibilidad es mucho mejor cuando se consume en crudo; con tostadas, en bocadillos variados, etc.