La melaza es el producto de la fermentación de cereales, concretamente del maíz y de la cebada.
La fermentación de un alimento mejora su digestibilidad y su valor nutritivo, ya que los microorganismos responsables del proceso (levaduras, mohos…); transforman los compuestos complejos del alimento tales como: hidratos de carbono o glúcidos, proteínas y grasas, en azúcares sencillos, aminoácidos y ácidos grasos libres respectivamente, más fáciles de asimilar por parte de nuestro organismo. Además, durante este proceso, los microorganismos también sintetizan vitaminas.
Se trata, por tanto, de un complemento de alto valor nutritivo, rico en diversas vitaminas y minerales (vitaminas del grupo B, potasio, calcio, ácido fosfórico, hierro, cobre, magnesio…).
Al ser la materia prima un alimento rico en hidratos de carbono (harina de maíz, cebada), se trata de un producto con valor calórico importante, por lo que se ha de hacer un consumo razonable y moderado. Combina bien con pan o totadas o galletas e incluso en preparaciones con frutas.
Como resulta tan fácil su digestión, es interesante tenerlo en cuenta como complemento dietético para personas con el aparato digestivo especialmente sensible; ancianos, convalecientes, etc.
Por su alto aporte de hidratos de carbono, es un buen complemento para aquellas personas que realizan trabajos físicos y mentales intensos o para deportistas, etc.
Suele presentarse en tarros de 500 a 1.000 gramos. Debe conservarse alejado de la luz directa del sol y en lugar fresco y seco.