La naranja

El cítrico destaca por su contenido elevado en vitaminas como la C, el ácido fólico y minerales como el magnesio y el potasio
Por EROSKI Consumer 9 de noviembre de 2006

La naranja es el fruto del naranjo dulce del género Citrus. Este fruto, con forma redondeada, se compone de unos 8 o 12 gajos que se encierran en una cáscara que no es comestible. La pulpa, como se conoce a los gajos de la naranja, recoge abundante jugo de sabor dulce con matices ácidos. Entre la cáscara y la pulpa, la naranja tiene como una segunda piel de color blanco que protege la pulpa y es comestible.

La naranja y sus variedades

El naranjo dulce procede del sur de Asia y se cultiva en China desde hace miles de años. Según los historiadores, en España se comenzó a cultivar durante los siglos XV y XVI. Existen muchas variedades de naranja que se diferencian por su sabor, jugosidad y tamaño, entre otros aspectos. Esto permite elegir la más adecuada para cada uso. B

Existen muchas variedades de naranja que se diferencian por su sabor, jugosidad y tamaño ajo el nombre de naranjas de mesa se hace referencia a las naranjas dulces que se toman como fruta fresca, mientras que las naranjas amargas se suelen emplear para elaborar mermeladas y aceites esenciales, ya que poseen un intenso sabor ácido.

Las naranjas dulces se clasifican en cuatro grupos: – Navel: de gran tamaño, fáciles de pelar y sin pepitas. Como fruta fresca son de excelente calidad, pero no son adecuadas para preparar zumos, por el sabor amargo que adquiere el zumo y el poco jugo que se obtiene. – Blancas: presentan unas gamas de colores que van desde amarillo hasta naranja intenso. Son muy interesantes para hacer zumo, en cambio, como fruta fresca el exceso de semillas en algunas variedades puede resultar un inconveniente. – Sanguinas: son muy similares a las variedades Blancas, pero con diferente tonalidad del fruto. Sintetizan pigmentos llamados antocianinas, que le proporcionan una tonalidad rojiza. El zumo de las naranjas sanguinas tiene un sabor especial que recuerda al de las cerezas o las frambuesas. – Sucreñas: Son las menos ácidas y más insípidas, por lo que hoy en día apenas se cultivan.

Mucho más que vitamina C

La naranja es una fruta con elevado contenido en agua por lo que su valor energético es escaso. En su composición, además de su conocido contenido en vitamina C, también abundan otros nutrientes como el ácido fólico, el potasio y el magnesio. Una naranja mediana o un vaso de zumo cubren el 100% de las recomendaciones diarias de vitamina C -60 mg para una persona adulta-. Contiene cantidades apreciables de beta-caroteno, responsable de su color característico, y de ácido cítrico, que potencia la acción de la vitamina C. La cantidad de fibra es apreciable y ésta se encuentra sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, y que muchas veces se elimina.

Tabla de composición por 100 g de porción comestible

Energía (Kcal)
Hidratos de carbono (g)
Fibra (g)
Potasio (mg)
Magnesio (mg)
Provit. A (mcg)
Vit. C (mg)
Folato (mcg)
Ca (mg)
36,57
8,90
2,30
200,0
15,20
49,0
50,60
38,7
41,0

*mcg = microgramos

Ventajas e inconvenientes de su consumo

Las naranjas son una de las frutas más consumidas por toda la población. Su tamaño -entre 150 y 200 gramos- es el de una ración de fruta y su cáscara evita que la pulpa se estropee. Además no es necesario un cuchillo para retirar la cáscara, lo que hace que sea más cómodo comerlas en cualquier momento y lugar. Su elevado contenido en vitamina C, flavonoides y beta-caroteno, hacen a las naranjas unas frutas especialmente interesante para la salud cardiovascular, ya que por efecto antioxidante de estos nutrientes, se impide que el «colesterol malo» o LDL-c se acumule en los vasos sanguíneos.
En caso de anemia ferropénica, es muy recomendable tomar esta fruta junto con espinacas o mejillones

En caso de anemia ferropénica, es muy recomendable tomar esta fruta junto con alimentos ricos en hierro o suplementos de este mineral, porque aumenta notablemente la absorción del hierro del organismo, por lo que el medicamento hace efecto antes.

La naranja aporta una cantidad significativa de fibra soluble. En caso de elaborar un zumo es preferible añadir la pulpa para evitar la pérdida de esta sustancia. El tipo de fibra que presenta favorece el tránsito intestinal, disminuye la absorción de grasa y colesterol, mejora la glucemia -niveles de azúcar en sangre- y tiene un efecto saciante.

Cómo elegirlas y conservarlas

Gracias a las distintas variedades de naranjas, se puede disfrutar de esta fruta durante todo el año, aunque su mejor época va desde mediados del otoño hasta el comienzo del verano. Una naranja será tanto más jugosa cuanto más pesada sea, sin embargo, el color de la cáscara no asegura una buena calidad pues hay piezas maduras con la cáscara de color verde.
Una naranja será tanto más jugosa cuanto más pesada, y el color de la cáscara no asegura una buena calidad

Las naranjas de clase extra se almacenan en cajas de madera y algunas de ellas se presentan envueltas en papel de celofán, mientras que las de clase I y II se venden en redes. Si las naranjas se van a consumir en poco tiempo, se pueden dejar a temperatura ambiente. Sin embargo, para conservarlas durante semanas conviene conservarlas en el frigorífico. En cualquier caso, se han de colocar unas al lado de otras, manteniendo cierta separación entre ellas.

Desde fruta fresca a salsas y repostería

La naranja además de comerla fresca -en gajos o en rodajas- y en zumo, permite muchas otras presentaciones en la cocina. El zumo natural si se mezcla con agua o soda se convierte en una auténtica naranjada, y si se congela puede ser el sustituto perfecto de los helados durante el verano. También la naranja puede ser un ingrediente más de tartas, bizcochos, batidos, macedonias, helados, ensaladas y salsas -por ejemplo salsa agridulce-. Incluso, con las naranjas amargas, se puede elaborar mermelada casera.

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