La obesidad en España se lleva el 7% del gasto sanitario total, lo que supone 2.500 millones de euros anuales. Sus costes indirectos implican al menos el doble de esa cifra, por lo que el coste de este creciente problema de salud pública supera los 5.000 millones de euros al año.
Estos datos fueron dados a conocer ayer por Juan Manuel Ballesteros, vocal asesor de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), en su conferencia «Alimentación: un pilar básico de la salud pública», dentro de las II Jornadas de Salud Pública «Construyendo un Madrid saludable».
Ballesteros aseguró que el riesgo sanitario más importante de las próximas décadas será la obesidad debido a los malos hábitos alimentarios y a la falta de actividad física. A modo de ejemplo dijo que la incidencia de esta enfermedad en Europa ha crecido entre un 10% y un 50% en los últimos diez años. En el caso concreto de España, la mitad de la población sufre en la actualidad exceso de peso.
El vocal de la AESA también se refirió a la obesidad infantil y juvenil, que se ha duplicado en los últimos 20 años, al pasar del 5% al 14% de la población. Los motivos: la mala alimentación, el exceso de comida rápida, la ingestión de platos preparados con grasas ocultas, azúcares y sal. A esto se une la falta de ejercicio. En este sentido, Ballesteros señaló que dos de cada tres niños españoles practican menos de una hora al día de actividad física. Además, un 89% de la población infantil ve la televisión todos los días una media de 2,5 horas.
Respecto a la Estrategia NAOS lanzada por el Ministerio de Sanidad y Consumo para prevenir la obesidad, mejorar los hábitos alimenticios y fomentar la práctica de ejercicio físico, Juan Manuel Ballesteros apuntó que hará falta esperar al menos diez años para empezar a observar resultados eficaces y tangibles.