La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado los resultados de un estudio de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) que pone de manifiesto los efectos anticancerígenos de frutas y verduras, particularmente contra el cáncer del tracto gastrointestinal.
Este estudio, realizado en humanos y animales por un grupo de 22 científicos de 10 países distintos, concluyó que llevar una dieta a base frutas y vegetales está asociado con un descenso del riesgo a desarrollar distintos tipos de cáncer. Una de las evidencias más claras del trabajo hace referencia a los efectos protectores de las frutas contra el cáncer de estómago o de pulmón.
«Numerosos estudios han demostrado la estrecha relación entre el consumo de frutas y vegetales y la reducción del riesgo de cáncer», asegura Paul Kleihues, director de la IARC. «Este nuevo hallazgo debe sumarse a los desarrollados anteriormente sobre los efectos también beneficiosos de este tipo de alimentos en enfermedades relacionadas con problemas cardiacos», insiste Kleihues.
Según datos de la IARC, uno de cada diez pacientes afectados por algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de frutas y verduras. «Unos correctos hábitos alimentarios, junto con otros comportamientos como dejar de fumar, pueden ayudar a prevenir el cáncer», asegura Tony McMichael, investigador de la Universidad Nacional de Australia.