Según la Asociación Española de Urología cada año mueren en España alrededor de 5.800 hombres por cáncer de próstata. La vitamina D podría tener un papel muy importante en la prevención de esta enfermedad. El calcitriol, una de las formas más activas de la vitamina D y que tiene actividad hormonal, se ha convertido en un agente preventivo muy prometedor, según afirman los investigadores del ‘Roswell Park Cancer Institute’.
Papel del calcitriol
El cacitriol se utiliza tradicionalmente para tratar enfermedades debidas a la carencia de vitamina D, como el raquitismo, y para regular la hormona paratiroidea que controla el equilibrio del calcio y fósforo en el organismo. Pero los últimos descubrimientos ponen de manifiesto una potente actividad anticancerígena. En experimentos ‘in vitro’, se ha demostrado que el calcitriol impide el crecimiento de las células tumorales, inhibiendo la formación de su material genético y rompiendo su ciclo de vida. Además, regula la acción de las proteínas que tienen influencia sobre el crecimiento del tumor.
Los estudios demuestran que la progresión del cáncer de próstata es más lenta con la administración de la forma activa de vitamina DEl segundo paso se ha dado con la investigación «in vivo», estudiando los efectos del calcitriol en organismos vivos. En este caso se ha inducido en ratones el cáncer andrógeno independiente, que significa que ya no responde a tratamiento hormonal, y se ha observado que la progresión del cáncer es más lenta cuando se les administra la forma activa de la vitamina D. El tercer paso, crucial en el avance de la investigación, ha sido comenzar el estudio en seres humanos.
El desarrollo de una pastilla con calcitriol, la DN-101, que se administra junto con el medicamento quimioterapéutico docetaxel, es la base de la experimentación actual que lleva a cabo el equipo de investigadores liderado por Tomas Beer, del Oregon Health & Science University Cáncer Institute. Las últimas conclusiones apuntan a que el tratamiento de quimioterapia junto con calcitriol está asociado a un aumento de la supervivencia de los enfermos. Además, se ha comprobado que el suplemento de vitamina D no afecta ni aumenta la toxicidad de la quimioterapia. Sin embargo, los autores del estudio aseguran que son necesarias más investigaciones para poder extrapolar los resultados a la práctica clínica.
Sol protector
El ser humano puede cubrir las necesidades de vitamina D a través de la alimentación, como pescado azul, queso, yema de huevo, mantequilla, nata y yogur, entre otras. No obstante, el organismo también es capaz de producir vitamina D cuando está expuesto suficientemente a la luz del sol. En una investigación avalada por el Cancer Research Program of the California Department of Health Services, se ha observado que los hombres con alta exposición solar tienen la mitad de riesgo de desarrollar cáncer de próstata en comparación con los que reciben poca irradiación.
La causa, según los investigadores, es que tienen más vitamina D disponible y su organismo se beneficia de su función protectora. El responsable de la investigación, David Van Den Berg de la University of Southern California, insiste en que «una sobre-exposición a la luz solar no puede ser una prevención factible, ya que podría aparecer cáncer de piel, por eso es muy importante considerar los alimentos ricos en vitamina D e intentar impedir un déficit en la ingesta de este nutriente».
Debido a las numerosas evidencias que apuntan a que la deficiencia de vitamina D está relacionada con el cáncer de colon, mama y ovario, científicos del Moores Cancer Center han lanzado una llamada de atención a los organismos responsables de la Salud Pública para considerar un aumento en las recomendaciones de la ingesta de vitamina D. Su propuesta es incrementar la ingesta diaria de vitamina D hasta 1.000 unidades internacionales (IU) diarias, equivalente a 25 microgramos de vitamina.
La preocupación por la deficiencia poblacional de vitamina D ha impulsado proyectos como el europeo OPTIFORD, para investigar si el enriquecimiento de los alimentos con vitamina D es una estrategia factible para remediar la insuficiencia de este nutriente en la población.
Por el momento, las autoridades sanitarias establecen un máximo recomendado para adultos sanos de 400 unidades diarias de colecalciferol (equivalente a 10 microgramos de vitamina D), pero numerosos científicos abogan por aumentar esta cantidad. La dificultad radica en que está pendiente de establecerse el máximo aporte tolerable de este nutriente, ya que el exceso resulta tóxico.