La Agencia de Seguridad Alimentaria de Noruega ha comunicado la detección de niveles sorprendentemente altos de acrilamida, un compuesto probablemente cancerígeno, en alimentos con carbohidratos sometidos a procesos de fritura o cocción a altas temperaturas. Noruega se convierte así, tras Gran Bretaña, en el tercer país europeo que detecta ese compuesto desde que Suecia diera la voz de alerta hace dos meses. Las autoridades noruegas recomendaron a sus ciudadanos que redujeran el consumo de patatas fritas para evitar potenciales riesgos para la salud.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea realizan sus propios estudios para determinar el riesgo real y confirmar los datos inicialmente aportados por Suecia. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguran que el Instituto de Salud Carlos III realiza actualmente sus propios análisis. Por su parte, un portavoz de la Agencia de Fármacos y Alimentos (FDA) de EE.UU. señaló que trabajan en el desarrollo de un método analítico que permita obtener datos fiables sobre el nivel de este compuesto en ciertos alimentos. Fuentes de la industria alimentaria de EE.UU. reconocieron que también realizan estudios, pero sin observar niveles tan elevados como los detectados en Suecia. «Aún no hay ninguna indicación de que el nivel de acrilamida encontrado en algunos alimentos provoque algún riesgo para la salud humana. Así que no vemos razón para que los consumidores cambien sus hábitos», dijo un portavoz de la industria.
Tumores en ratones
La acrilamida es una sustancia que ha demostrado capacidad para generar tumores en ratones, pero no de forma específica en humanos. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, adscrita a la OMS, clasifica las acrilamidas en la misma categoría de riesgo que los bifenilos policlorados (PCB). Pero algunos científicos consideran erróneo trasladar los resultados obtenidos en experimentos con ratones al ser humano, especialmente si las personas se ven expuestas a pequeñas cantidades. No obstante, los científicos del Gobierno sueco señalan que la acrilamida podría ser la causa de numerosos tipos de cáncer que desde hace tiempo se asocian a los hábitos alimenticios.