A estas alturas, nadie pone en duda las bondades de las verduras como pieza clave en la nutrición de las personas, ya que son alimentos fundamentales por los numerosos beneficios que aportan a la salud. Son bajas en calorías, pero muy completas por ser fuente de vitaminas, minerales y fibra, que son esenciales para el organismo. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende un consumo diario mínimo de 400 gramos entre frutas y verduras, cantidad que contribuye a la prevención de enfermedades como el cáncer, la obesidad, la diabetes y enfermedades cardiovasculares. Pero ¿comparten estas propiedades las verduras congeladas?
Virtudes de las verduras
Las verduras, en general, aportan vitaminas, minerales, fibra, mucha agua y numerosos fitonutrientes de los que cada vez se descubren más virtudes. Las verduras como las judías o las espinacas son fuentes de ácido fólico, que protegen las células, evitan la anemia e intervienen en la formación del sistema nervioso. Otras, como los pimientos o los espárragos, aportan grandes cantidades de vitamina B1, tan importante para la transmisión de señales en el tejido nervioso. Es básico incluir una dosis de fibra en la dieta, que contribuye a prevenir enfermedades del corazón, el estreñimiento y ayuda a la digestión. Y esta se encuentra en alimentos como el brócoli o los espárragos.
Aun así, según datos de Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 45,8% de la población come verduras cada día. Además, el consumo diario de estos alimentos desciende desde los primeros años de vida. Una buena alternativa es la ingesta de verduras congeladas, ya que aportan un plus de comodidad, salud y facilidad de uso y están disponibles todos los días del año.
Las verduras congeladas en su mejor momento
Sin embargo, hasta la fecha, las verduras congeladas no han tenido muy «buena prensa», algo alejado de la opinión de los expertos. Son varios los estudios que, tras comparar frutas y verduras frescas con congeladas, apenas pudieron encontrar diferencias nutricionales (mismos minerales y antioxidantes) y, en algunos casos, las congeladas demuestran ser superiores en nutrientes que las frescas. Esto es así, porque las verduras destinadas a congelación son seleccionadas y procesadas en su mejor momento de recolección.
Es el caso del brócoli, cuya versión congelada contiene más riboflavina (vitamina B) que su homónimo en fresco. También ocurre así con las judías verdes, que contienen más vitamina C en su versión congelada, o incluso con las espinacas, donde la cantidad de vitamina C que aportan las frescas, consumidas a los tres días de su recogida, es menor que las que proporcionan las congeladas.
Proceso de ultracongelación
La clave está en el proceso de «ultracongelación» por el que se someten las verduras de forma muy rápida a temperaturas muy bajas. Como transcurre muy poco tiempo entre la recolección de las verduras en el campo y la congelación (tan solo unas horas), los vegetales conservan muy bien las cualidades nutritivas. La ultracongelación impide el desarrollo de microorganismos, mantiene la calidad del producto, evita la pérdida de nutrientes y aumenta su vida útil sin alterar sus cualidades organolépticas.
Además, entre las ventajas de las verduras congeladas destaca que pueden conseguirse fuera de temporada, así que están al alcance de todos durante todo el año. Son medioambientalmente sostenibles, ya que llegan al consumidor limpias, enteras o troceadas, por lo que no generan desperdicios, y son de empleo fácil y rápido, ya que se presentan listas para cocinar.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En la página se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.