Seguro que muchos de los lectores han escuchado a madres, abuelas o abuelos, que un buen remedio casero para el resfriado es tomar un vaso de leche caliente con miel. Antes de tomar esta mezcla o recomendar su consumo deberíamos saber si esta solución es o no efectiva para obtener los máximos beneficios y curar el resfriado.
La miel como antibacteriano
Además de sus componentes nutritivos, la miel contiene inhibidinas, sustancias que le confieren la capacidad bactericida y antiséptica
La miel es sin duda un alimento excepcional para mejorar el catarro porque actúa como antibacteriano. La miel, además de sus componentes nutritivos, contiene inhibidinas, sustancias que le confieren la capacidad bactericida y antiséptica. Diluida en agua caliente y tomada la mezcla haciendo gárgaras, o tragando una cucharada de miel, se alivia la irritación de garganta, la amigdalitis y la faringitis. Por este motivo la miel alivia los síntomas ante estas situaciones.
Los lácteos producen mucosidad
La leche y los lácteos en general tienen la propiedad de aumentar la mucosidad y por tanto, si se toman cuando uno tiene demasiados mocos se empeora el malestar
La mucosidad, por lo general, aparece como consecuencia de gripes, catarros, infecciones de las vías respiratorias o alergias. Estos procesos pueden ir acompañados también de otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza, tos, irritación de garganta, etc. No obstante, el exceso de mucosidad es el síntoma predominante y puede que uno de los más molestos. La leche y los lácteos en general tienen la propiedad de aumentar la mucosidad y por tanto, si se toman cuando uno tiene demasiados mocos, aún se empeora más el malestar. Por este motivo, moderar el consumo de lácteos, e incluso prescindir de estos alimentos durante el tiempo que duren los mocos o la congestión, puede hacer que desaparezca la mucosidad, uno de sus síntomas más molestos.
¿Por qué actúan así?
Al moderar o restringir el consumo de lácteos, la mucosidad disminuye de forma importante
Algunos estudios afirman que una de las causas del exceso de mucosidad es el pH ácido de algunos lácteos como el yogur, mientras que otras fuentes señalan que son las proteínas de la leche de vaca las causantes de la excesiva producción de moco.
Aunque existe cierto desconocimiento sobre la relación directa de los lácteos en el aumento de la mucosidad, lo que sí se ha experimentado es que al moderar o restringir el consumo de lácteos, la mucosidad disminuye de forma importante, por lo que se facilita la desaparición de la congestión nasal.
Teniendo en cuenta estos datos, tomar leche con miel para mejorar los síntomas del resfriado puede no ser lo más acertado. No obstante, esta combinación puede resultar muy eficaz para combatir situaciones de malestar general, escalofríos o cansancio, ya que tomar algo caliente cuando se está destemplado, proporciona una sensación agradable y placentera.
Un remedio casero que puede aliviar mejor el catarro y hacer que se formen menos mocos, es sustituir la leche por agua bien caliente, mezclada con zumo de limón y miel.