La psoriasis es una enfermedad crónica no contagiosa que produce descamación e inflamación de la piel. El síntoma más habitual es la aparición de manchas o placas de tamaño variable recubiertas de escamas, que predominan en los codos, las rodillas, el tronco, las manos y el cuero cabelludo.
Recomendaciones en alimentación
En relación con la psoriasis, existen opiniones expertas variadas en cuanto a la importancia y la relación de la alimentación en su tratamiento. Por un lado están quienes afirman que existen alimentos concretos que empeoran los síntomas de la psoriasis y que por tanto las personas afectadas por esta enfermedad deberían eliminar de su dieta. Algunos de estos alimentos son las bebidas con gas, el café, la carne de cerdo y la leche y todos sus derivados (yogur, queso, cuajada, requesón…). Hasta el momento se desconoce la razón por la que haya que restringir drásticamente este tipo de alimentos, aunque son muchas las personas afectadas que experimentan mejoría al seguir dichas indicaciones dietéticas.
No se trata de alimentos imprescindibles, por lo que no consumirlos no plantea problemas de deficiencias nutricionales, salvo en el caso de los lácteos, para los que habrá que buscar un sustituto que aporte el calcio necesario.
La presencia de vitaminas y minerales
La piel es un órgano que se renueva constantemente, por lo que requiere un aporte incesante de nutrientes. Un buen aporte de agua (aproximadamente 1 litro y medio diario, e incluso 2 litros en verano) junto con cantidades suficientes de vitaminas, minerales y antioxidantes, pueden dar a la piel un aspecto más saludable. Aunque la presencia de estos nutrientes en la dieta no garantiza la desaparición de la psoriasis, es importante que estén presentes en la dieta, siendo los vegetales los alimentos en los que más abundan.
Existen también alimentos además de los vegetales, ricos en diferentes vitaminas con interesantes propiedades para la piel. Este es el caso de la vitamina A, entre otras, presente además de en algunos vegetales como la zanahoria, en alimentos de origen animal como por ejemplo la yema de huevo o algunos pescados entre los que se encuentra el congrio. Esta vitamina posee un papel esencial en la renovación de la piel y las mucosas. Algo similar ocurre con algunos minerales como el azufre, presente en los huevos, además de en los cereales integrales y en la levadura de cerveza, cuya presencia es indispensable en la síntesis de queratina, proteína que forma parte de piel, pelo y uñas.
Todos los alimentos poseen nutrientes interesantes e importantes para el mantenimiento de la salud y para el buen aspecto de la piel. Por tanto, es importante tomarlos en su justa medida para conseguir llevar a cabo una alimentación equilibrada que aunque no cure la psoriasis, pueda contribuir a mantener la piel en un mejor estado.