Como un intento de mejorar la alimentación de los niños, el Gobierno británico prohibirá que se sirva «comida basura» en los comedores de los colegios. La medida llega «tras décadas de haberles dado porquería», aseguró el ministro de Educación, Alan Johnson.
De esta forma, los comedores escolares no podrán servir a partir de septiembre de 2008 carnes procesadas de baja calidad, patatas fritas de bolsa, refrescos con gas o bollería industrial, según indicó el ministro. Además deberán garantizar que los alumnos toman dos porciones de verdura y fruta en cada comida, así como que consumen carne de calidad y pescado azul con regularidad.
Asimismo, estas nuevas directrices, que también exigen a las empresas de máquinas expendedoras que ofrezcan productos más nutritivos, obligan a que los productos fritos en mucho aceite, como las patatas «chip», se limiten a dos veces por semana.
En esa misma línea, el ministro prometió inversiones para reconstruir las cocinas de las escuelas y dar clases de cocina y nutrición en los institutos de secundaria, donde las nuevas medidas entrarán en vigor en el año 2009.