Los comedores escolares de toda España podrían contar a partir de abril con pautas comunes para elaborar menús saludables adaptados a los niños según sus edades. Además, las máquinas expendedoras de alimentos o bebidas de los colegios tendrán menos bollería y más zumos, frutas, refrescos y sándwiches, según ha anunciado el presidente de la Agencia Española de Sanidad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Roberto Sabrido, ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.
Esta medida se pondrá en marcha con la aprobación de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que acaba de finalizar su fase de audiencia pública como anteproyecto y de la que esperan contar en abril con un documento de consenso elaborado junto a comunidades autónomas, consumidores y empresarios. La futura norma establecerá «pautas comunes» para que los comedores escolares puedan diseñar, en función de cada tramo de edad, «los menús tipo más adecuados», con la información nutricional que han de contener, que servirá también para que los padres aprendan a dar una buena alimentación a sus hijos.
El objetivo no es «prohibir ningún alimento», ya que el lema de iniciativas como la Estrategia NAOS o el Programa PERSEO «es que no hay alimentos buenos o malos, sino dietas correctas e incorrectas», señaló Sabrido. No obstante, se apuesta por fomentar dietas equilibradas y por que ciertos alimentos se consuman «sólo una vez por semana». En esta línea, el anteproyecto fija unos requisitos que las escuelas deberán exigir a las empresas encargadas de las máquinas expendedoras de alimentos. Entre ellos figura «la eliminación de productos con mucha grasa, azúcares y sal», como la bollería, y la inclusión «de más zumos, refrescos, sándwiches y fruta», detalló.
En el repaso de los objetivos de la AESAN para 2010, Sabrido anunció para este año el inicio y la presentación de resultados de un estudio epidemiológico nacional sobre obesidad infantil en el que «se pesará y medirá» a todos los niños hasta los 14 años para tener «un dato fidedigno sobre la obesidad en España». También para 2010 la AESAN iniciará la fase II de su iniciativa para reducir la sal que consumen los españoles, tras conseguir el año pasado bajar en un 20% la sal contenida en la masa del pan. Ahora el objetivo será trabajar con la industria para aplicar esta medida a otros alimentos, ya que se ha visto una variabilidad «de hasta el 800%» en la cantidad de sal de diferentes productos.