Los grelos y las nabizas tienen un bajo nivel calórico y un elevado contenido en fibra, de forma que contribuyen a mejorar la salud y a reducir el riesgo de enfermedades, según una tesis del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que analizó las propiedades nutricionales y los compuestos beneficiosos presentes en ambas hortalizas.
Ricos en proteínas y fuente de minerales -como potasio, hierro o calcio- y vitaminas -como la A, la E y la C-, en los grelos y las nabizas se identificó un elevado número de compuestos bioactivos. No obstante, se constató que, tras un proceso de cocción, su proporción se reduce significativamente y la mayor parte queda en el agua, por lo que se recomienda su consumo en sopas o salsas.
La tesis indica que los grelos, que en Galicia cuentan con Indicación Geográfica Protegida, se caracterizan por poseer una alta concentración de glucosinolatos (compuestos implicados en la prevención de diferentes tipos de cáncer) y las nabizas tienen una abundante cantidad de compuestos fenólicos (sirven de antioxidantes naturales).
En la tesis, titulada «Compuestos bioactivos y producción de grelos y nabizas: variación fenotípica y ambiental» y realizada por la bióloga Marta Francisco, se estudiaron también caracteres agronómicos, nutritivos y sensoriales de 12 variedades de grelos y nabizas cultivadas en diferentes ambientes de A Coruña, Pontevedra y Lugo. Ello permitió determinar cuáles son más idóneas para la producción y cuáles pueden tener un doble aprovechamiento.
«Tanto los grelos como las nabizas deben formar parte de nuestra dieta diaria, pues hemos cuantificado en ambos casos un bajo nivel calórico, un elevado contenido en fibra, riqueza en proteínas y fuente de minerales y vitaminas, así como un elevado contenido en compuestos bioactivos, con lo que su consumo puede repercutir positivamente en nuestra salud y bienestar», explica la investigadora.