Los niños que consumen un exceso de chucherías y bollería industrial pueden engordar hasta cuatro kilos cada año debido al alto contenido en azúcares de estos alimentos. Así lo ha recordado el Instituto de Obesidad, que ha alertado sobre el incremento del sobrepeso y la obesidad infantil. Según este organismo, la pérdida de la cultura alimenticia y un cambio a favor del sedentarismo en los hábitos de ocio son las principales causas que motivan este problema.
El Instituto de Obesidad ha manifestado su apoyo a la medida del Ministerio de Sanidad que instaura para el próximo curso la prohibición de vender en los colegios refrescos, dulces y bollería industrial. Recuerda que este tipo de alimentos son productos hipercalóricos que, consumidos en exceso, provocan un exceso de glucosa en sangre que se convierte en grasa, y que su valor nutritivo es prácticamente nulo, ya que están compuestos por azúcares de rápida absorción, aditivos y colorantes.
Desde el organismo destacan la importancia de la planificación de una estrategia alimenticia global, que no sólo se limite al control sobre estos productos hipercalóricos, sino que también vigile los hábitos de vida de los niños. Recomiendan a los niños la práctica regular de ejercicio físico y una dieta equilibrada que comience por un desayuno completo y en la que se incluyan frutas, verduras, pescado, lácteos, cereales y agua.