Los niños que toman un desayuno completo -compuesto por leche, fruta e hidratos de carbono- sacan notas más altas, tienen más energía, desarrollan una actitud más positiva y enferman menos, según asegura el naturópata especializado en nutrición Rubén Bravo, perteneciente al Instituto Europeo de la Obesidad (IMEO). Además, de cara a la adolescencia, reduce ese estado de ansiedad que provoca el no desayunar y que puede tornarse en agresividad a medida que los pequeños crecen.
Bravo resalta que es en la adolescencia cuando se consumen chucherías que crean estímulos fuertes en el niño por las subidas de azúcar. El doctor afirma que hasta esta etapa de crecimiento se forman las células grasas, que pueden favorecer que un niño mantenga el sobrepeso «para toda la vida». Por ello, Bravo subraya la importancia de no saltarse esta primera comida del día, que irrumpe tras un periodo de ayuno «muy prolongado» -el sueño- y reactiva con el aporte energético de los alimentos aquellas funciones cerebrales «dormidas».
«El desayuno debe ser equilibrado y personalizado en cuanto a la edad, peso y actividad física del niño», indica Bravo. Además, «no pueden faltar» lácteos, cereales, fruta o zumo natural y una proteína, jamón u otro tipo de fiambre, precisa. «El aporte energético de esta primera comida debería cubrir entre el 30% y el 35% de las necesidades nutritivas del escolar», afirma el doctor.
El miembro del IMEO lamenta que el 8% de los niños acude al colegio sin haber desayunado, algo que provoca dificultades de concentración y memoria, le hace sentirse cansado y, a largo plazo, aumenta las cifras de obesidad infantil. En la actualidad, uno de cada tres españoles entre 3 y 12 años tienen un peso mayor del adecuado, según un reciente estudio de la Fundación Thao. Este trabajo ha evaluado las actitudes de los españoles al tomar el desayuno. Las conclusiones denotan una «falta de tiempo e interés» ante esta primera comida, hasta el punto de considerarla «prescindible y sin aporte vitamínico y energético resaltable».
Con el fin de desarrollar la fórmula del desayuno «ideal», el IMEO ha lanzado una serie de talleres donde los niños aprenderán a cocinar el «Desayuno 3S», una fórmula creada para los más pequeños que combina los tres elementos claves de la comida sana: sostenible, saludable y social. Esta campaña pretende concienciar a las familias sobre la importancia de compartir un desayuno saludable, sostenible y social, ya que, como subrayan desde el citado instituto, desayunar en familia fomenta los buenos modales del niño y ayuda a crear vínculos familiares.