Un estudio del Comité Asesor de la Asociación Americana del Corazón revela que la mayor parte de los productos que se venden con la denominación «bajo en grasas» o «0% de materia grasa» no garantiza una pérdida de peso y una salud mejor.
Según Judith Wylie-Rosett, miembro de este Comité y principal responsable del trabajo, estos productos contienen poca grasa pero más azúcar que las versiones convencionales. «Algunos de estos productos incorporan otros compuestos que pretenden hacer las funciones de la grasa, de manera que presenten las mismas características que los alimentos convencionales», asegura esta experta.
La mayoría de estos sustitutos son carbohidratos de proteínas y, en algunos casos, ciertas grasas modificadas con el fin de que el organismo no las digiera. «Las consecuencias finales son que el consumidor ingiere menos grasa pero toma más calorías», señala Wylie-Rosett.
No obstante, la autora del trabajo reconoce que el consumo de este tipo de alimentos es recomendable en determinadas ocasiones, como para complementar un régimen, pero no son buenos si se abusa de ellos o si se hace un uso inadecuado.