Los programas que actualmente se llevan a cabo para prevenir la obesidad infantil darán resultados visibles en un periodo de diez años, según estimaciones dadas a conocer por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
La «tendencia creciente» de la obesidad infantil es un problema que se debe combatir «a largo plazo» y en el que se debe implicar a toda la sociedad, aseguró durante su intervención en el tercer Encuentro de Seguridad Alimentaria, que se ha desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el presidente de la AESAN, Félix Lobo.
Un 13% de los niños tiene problemas de obesidad y entre un 10% y un 12% sufre sobrepeso, recordó Lobo, que explicó que está tendencia al alza es común a casi todos los países europeos, aunque con distinta incidencia. España ocupa un puesto «intermedio» a este respecto. Así, destacó que la obesidad infantil no es un problema que afecte por igual a todas las comunidades autónomas, ya que los estudios realizados revelan variaciones geográficas. Mientras que en Canarias, Andalucía, Murcia, Extremadura o Galicia la obesidad infantil afecta a un mayor porcentaje de niños, en el País Vasco o Cataluña constituye un «menor problema».
En relación a este asunto, el presidente de la AESAN insistió en la importancia de trabajar en los factores educativos y en la formación de las familias para inculcar la necesidad de llevar a cabo una alimentación saludable y fomentar la educación física entre los pequeños.