Los tejidos grasos de la parte superior e inferior del organismo aumentan de peso de forma diferente debido, en parte, a las diferencias en las células precursoras de la grasa. Investigaciones anteriores habían sugerido que el aumento de grasa en la parte superior del cuerpo aumenta el riesgo de trastornos metabólicos, mientras que el aumento de peso en la inferior lo reduce. Sin embargo, se desconocían las razones de esa diferencia. Ahora un estudio de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos) las ha desvelado.
Con el fin de determinar cómo crecen los depósitos de grasa del organismo, el equipo de científicos dirigido por Michael D. Jensen evaluó el efecto de una alimentación excesiva en los tejidos grasos subcutáneos de la parte superior e inferior del cuerpo de voluntarios. Los investigadores reclutaron a 28 voluntarios adultos sanos y les pidieron que comieran hasta que se sintieran más llenos de lo habitual durante ocho semanas. Además, los voluntarios tomaban suplementos como helados, chocolatinas y bebidas energéticas.
Transcurridas las ocho semanas, los voluntarios ganaron dos kilogramos de grasa corporal en la parte superior y 1,5 kilogramos en la inferior, según detectaron los autores del trabajo, que se publica en la edición digital de la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences» (PNAS). Si bien el tamaño medio de las células grasas de la parte superior del cuerpo ascendió después de la sobrealimentación, aunque no su número, sucedió lo contrario en el caso de las células grasas de los muslos.
Los precursores de las células de grasa de la parte superior del cuerpo, no en los muslos, mostraron mayores niveles de ARN mensajero de proteínas que participan en la síntesis de la grasa. Los autores de esta investigación señalan que estos descubrimientos podrían proporcionar una posible explicación de los supuestos efectos beneficiosos que se derivan de la grasa de los muslos.