El caqui se cultiva desde el siglo VIII en China y Japón. Hoy en día, hay otros países que también lo producen como EEUU, Brasil, India, Israel e Italia. En España se cultiva este fruto, pero como un objeto de exportación más que de consumo interno. Atiende a la demanda de Francia, Alemania y Portugal.
Existen dos variedades de caquis, la más consumida es la «no astringente» o Sharon. Sin embargo, la más común es la variedad «astringente» o tomatero, que necesita alcanzar el punto adecuado de maduración para su consumo.
La astringencia del fruto se debe a una sustancia que tiene en la pulpa conocida con el nombre de taninos, que desaparece conforme la fruta va madurando.
Cómo es el caqui
Es un fruto redondo similar a una manzana de color amarillo-anaranjado. La pulpa es más oscura, de color anaranjada o rojiza. Su sabor es dulce y suave y recuerda a una mezcla entre melocotón, albaricoque y pera. Las variedades tomatero -astringentes- se recolectan desde finales del mes de octubre hasta febrero. Los Sharon -no astringente-, desde noviembre hasta marzo. En este último mes es cuando más cantidad se produce y por lo tanto, el consumidor tiene más fácil su acceso.
Destaca por su elevado contenido en agua. Aporta una cantidad importante de hidratos de carbono (fructosa, glucosa), lo que incrementa su valor calórico con respecto a otras frutas. En cuanto a grasas y proteínas su cantidad no es relevante. Contiene un tipo de fibra soluble llamada pectina en cantidad moderada, adecuada tanto en situaciones de estreñimiento como de diarrea.
Respecto de su contenido de vitaminas destaca la C y la provitamina A o beta-caroteno. Esta última le confiere al fruto su color característico. En cuanto a la composición mineral destaca la presencia de potasio.
El caqui en la cocina
El caqui astringente se debe consumir muy maduro. Sin embargo es preferible compralo aún verde para poder conservarlo en el frigorífico durante 2 ó 3 semanas. Se le debe dejar madurar a temperatura ambiente. Si queremos acelerar su maduración, podemos introducirlos en una bolsa de papel, junto con otras frutas tales como plátanos o manzanas. Conviene comprar aquellos que tengan tallo y casquete, y descartar los que tengan imperfecciones en la piel. Una vez maduro, conviene consumirlo cuanto antes, pues se trata de una fruta muy delicada que se estropea con mucha rapidez.
El caqui se consume principalmente fresco aunque también se emplea para la elaboración de postres, bebidas, batidos, helados y confituras.