¿Es lo mismo cebolleta que cebolla fresca? Algunas personas las confunden. Sin embargo, son variedades diferentes. La cebolleta, también conocida como cebolleta francesa, es una hortaliza que tras el invierno vuelve a plantarse y se consume tierna antes de que florezca. Su aspecto se asemeja mucho al puerro, siendo esta la forma de identificarla. Pertenece al género Aliium, y en él se incluyen otras hortalizas como la cebolla, el cebollino o el puerro. Todas ellas tienen en común que son ricas en aceites esenciales muy volátiles y picantes que contienen gran cantidad de azufre. No obstante, la cebolleta posee un sabor más suave que el de otras hortalizas de su misma familia.
La cebolleta tiene un rico pasado. De hecho, su utilización data de tiempos prehistóricos. Algunos autores afirman que fue Siberia su lugar de origen. En China, esta hortaliza se cultiva desde hace más de 2000 años.
A finales de la Edad Media se introdujo en Europa, aunque su uso se vio desplazado por el de la cebolla. Hoy en día la cebolleta es muy apreciada en España y, más que como ingrediente principal, se emplea fundamentalmente como condimento en las comidas.
Mucho sabor y pocas calorías
La cebolleta es un alimento con un escaso aporte calórico, porque su contenido en agua es aproximadamente del 90%. En cambio, su contenido en proteínas e hidratos de carbono es mínimo. Añadir esta hortaliza a las preparaciones, pues, permite potenciar su sabor sin apenas aumentar las calorías.
Su alto aporte en fibra, vitaminas y minerales convierten a la cebolleta en un excelente regulador del organismoEn la composición de las cebolletas se debe tener en cuenta su aporte de fibra, vitaminas y minerales, que la convierten en un excelente alimento regulador del organismo. Son una buena fuente de potasio y presentan cantidades significativas de magnesio y fósforo. En cuanto a su contenido vitamínico, las cebolletas son ricas en vitaminas del grupo B, como la B9 o ácido fólico, la B3 y la B6. No obstante, las propiedades saludables de esta hortaliza se deben, más que a su composición nutritiva, a su abundancia de antioxidantes, entre ellos los flavonoides y los compuestos ricos en azufre. Estos últimos son sustancias precursoras de compuestos volátiles, que son los que aportan a la cebolleta ese olor y sabor tan característicos.
Las cebolletas se venden en manojos y, a la hora de elegirlas, es importante que desprendan un buen aroma. Esta hortaliza está especialmente indicada para elaboraciones en crudo, ya que su sabor es más suave que el de la cebolla. Así, es más adecuada para cualquier tipo de ensalada, como por ejemplo una ensalada de zanahoria con cebolleta y pimientos.
La parte verde de la cebolleta se puede utilizar muy picada para aromatizar o incluso decorar vinagretas, mayonesas, ensaladas, salsas, sopas y mariscos. Si se pica muy bien, incluso puede sustituir al cebollino en muchas decoraciones.
La cebolleta se puede emplear también, en lugar de la cebolla tradicional, para aquellas preparaciones que requieran algún tipo de cocción. Se presta, de hecho, a infinidad de preparaciones. Estas son algunas de ellas: