Deseo de comer a todas horas chocolate o cualquier otro dulce, acompañado de la sensación tener el abdomen hinchado y duro, con dolor, muchos gases y molestos ruidos. Estos son los síntomas comunes que manifiestan quienes padecen una infección intestinal causada por un hongo del género cándida. La más frecuente es la originada por la”Cándida albicans”.
La «Cándida albicans» es un hongo que se encuentra de manera habitual -en equilibrio con otros microorganismos no patógenos- en la mucosa de la boca, el aparato digestivo y el genital. Sin embargo, por diversos motivos -ante un físico debilitado, inmunodeprimido o convaleciente después de un larga cura antibiótica- puede multiplicarse de forma anómala y llegar a provocar candidiasis.
Ansia de dulce
El azúcar es el alimento principal de los hongos del género cándida, de ahí que uno de los síntomas específicos cuando se desarrolla esta infección sea la necesidad y el deseo irreprimible, continuo y exagerado de comer dulce o alimentos ricos en carbohidratos. Una de las particularidades del inicio de este proceso infeccioso cuando se produce en el intestino es que después de que la persona satisface el deseo comiendo dulces u otros alimentos ricos en carbohidratos, como bollería, galletas o patatas, manifiesta de manera evidente hinchazón y molestias abdominales.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, tras haber comido alimentos tan energéticos la persona se siente cansada, sin energía y sin fuerzas, pero el ansia por seguir comiendo dulces no desaparece. Ante este síntoma tan específico lo que hay que descartar en primer lugar es una diabetes, si bien, el desarrollo de esta enfermedad crónica se acompaña de más síntomas, como pérdida de peso, cansancio excesivo, mucha sed y continuas ganas de orinar.
Hay alimentos o remedios dietéticos que refuerzan la flora intestinal y las defensas del organismo, y que pueden frenar el desarrollo de la infección
El embarazo suele ser un momento de la vida de la mujer en el que se tiene más propensión a la candidiasis. Sucede que, durante la gestación, la descompensación hormonal se traduce en un aumento de los niveles de progesterona, hecho que puede conducir de forma temporal a una reducción de la tolerancia a los azúcares, lo que provoca un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia o diabetes gestacional) circunstancia que favorece el crecimiento de las cándidas.
Las ganas continuas de comer dulce se suelen confundir con los típicos antojos del embarazo, lo que puede desviar la atención de una posible infección micótica. Las cándidas pueden ser los hongos que colonicen la vagina y provoquen infecciones urinarias, muy frecuentes durante este periodo.
Alimentos que ayudan
La bajada de las defensas del organismo por distintos motivos hace que los hongos del género Cándida se propaguen con facilidad a distintas partes del cuerpo, provocando infecciones bucales o de orina, las más frecuentes. No obstante, no hay que alarmarse porque hay alimentos o remedios dietéticos que refuerzan la flora intestinal y las defensas del organismo, de manera que pueden frenar el desarrollo de la infección.
Nutrientes para las defensas. A las vitaminas A, C y E se les reconoce un papel directo en la nutrición de diversos componentes del sistema inmunitario. Las frutas cítricas, ricas en vitamina C; el germen de trigo, como complemento de vitamina E; el aceite de oliva virgen extra o los frutos secos, así como quesos, huevos y hortalizas y frutas de color naranja-amarillo-rojizo (zanahoria, calabaza, mandarinas y mango), por su aporte de vitamina A son alimentos imprescindibles. Su consumo habitual es de vital importancia para el control de las cándidas ya que refuerza las defensas.
Vitamina B1 para compensar el exceso de azúcar. Esta vitamina participa en la obtención de energía a partir de los hidratos de carbono, por lo que el exceso de dulces aumenta los requerimientos orgánicos. La levadura de cerveza como complemento dietético, los frutos secos y los alimentos integrales (pan, arroz y pasta) en lugar de refinados ayudan a compensar la deficiencia de este nutriente.
Menos alimentos dulces, azucarados y refinados. Se puede comenzar por reducir el consumo de estos alimentos, que son los predilectos de los hongos. El punto de partida puede ser aprender a elaborar alimentos dulces pero sin azúcar añadido, como refrescos, batidos, zumos de frutas o repostería.
Germinados y fermentados, ricos en enzimas digestivas. La falta de enzimas digestivas conlleva a una incorrecta e insuficiente digestión de los alimentos. Esta mala digestión puede ser la causa del desequilibrio de la flora intestinal y del aumento de las cándidas. Estos hongos, entre otros microorganismos, fermentan los nutrientes mal digeridos, lo que da lugar a fenómenos de putrefacción. Los síntomas físicos asociados son hinchazón, gases, malestar y pesadez. Las hortalizas, cereales o legumbres germinadas, como brotes de soja o de alfalfa, y alimentos fermentados, como el miso y el chucrut, aportan enzimas con efectos similares a las del aparato digestivo.
Yogur como refuerzo de la flora intestinal benéfica. Los lactobacilos y los bífidus de los yogures y otras leches fermentadas ayudan a restablecer el equilibrio intestinal y a combatir los hongos.
Algunos laboratorios farmacéuticos ofrecen productos dietéticos que dicen ser el remedio para la candidiasis. Entre los ingredientes de la fórmula está la canela, de la que destacan su acción antifúngica frente a la “Candida albicans”. En una revisión clínica sobre las distintas cualidades saludables de la canela, llevada a cabo por diversos centros de investigación canadienses, se apunta que tan sólo un estudio piloto ha estudiado el efecto de la canela frente a la candidiasis oral.
El estudio en cuestión, llevado a cabo por el Departamento de Medicina del Medical Center en Brooklyn en Nueva York, EE.UU., se hizo con un grupo muy reducido de pacientes (tan sólo cinco) con infección por el VIH. Los pacientes recibieron una preparación comercial con canela (“Cinnamomun zeylanicum”) durante una semana. Al cabo de este tiempo, tres de los cinco pacientes mostraron una mejoría de su candidiasis oral.
No obstante, la escasez de pruebas sobre las propiedades de la canela y la reducida muestra obligan a considerar como débil la evidencia de la eficacia de la canela en estos casos. Por tanto, antes de proclamar la canela como eficaz contra este tipo de infecciones, son precisos ensayos clínicos para determinar la utilidad de sus preparados en el tratamiento de la candidiasis de mucosa.
Las cándidas se hallan de manera natural en las zonas húmedas del cuerpo, como la mucosa de la boca y del aparato digestivo y genital, en armonía con otros microorganismos no patógenos. El problema aparece cuando se altera el equilibrio y aumenta de manera descontrolada la población de estos hongos, circunstancia que puede desencadenar una micosis (infección por hongos). La cistitis suele ser una manifestación de la infección por cándidas, al igual que la infección bucal, que se acompaña de la aparición de una lengua blanquecina, entre otros signos de alerta.
Si afecta a la piel suelen aparecer lesiones con zonas enrojecidas e inflamadas acompañadas de mucho picor. Existen circunstancias que predisponen a la candidiasis: es más frecuente en personas que toman antibióticos de amplio espectro o corticoides durante mucho tiempo, en quienes siguen un tratamiento de quimioterapia o en personas con el sistema inmunológico deprimido, como son los pacientes con VIH-sida.