Nepal está situada en Asia Meridional y limita con la República Popular China y con India. Su territorio se encuentra en una de las zonas más montañosas del mundo, no en vano, más de la mitad del país está enclavado en las cumbres más altas del Himalaya.
Nepal es un verdadero mosaico de étnias de distintas culturas que tratan de convivir y sobrevivir en paz, ya que el respeto es una característica esencial de los nepalíes. Nadie intenta que se adopte su modo de vivir pero sí que se espera que se respeten sus tradiciones, costumbres y estilo de vida. Los habitantes de Nepal son en su mayoría hindúes, aunque también hay un diez por ciento de la población aproximadamente que profesan el budismo.
Una vida dura en donde está presente la denutrición infantil
La vida en Nepal es dura y sobre todo en las zonas rurales, donde la desnutrición y la baja asistencia sanitaria provocan mortalidad prematura. Pero esto contrasta con la alegría de su gente que valora lo que tienen y sonríen con frecuencia, mientras sus ojos permanecen serenos. Los nepalíes son muy amables con los turistas ya que, gracias a sus elevadas y bellas cadenas montañosas, Nepal se ha convertido en el destino favorito de muchos escaladores llegados de todo el mundo.
El arroz, la base de la alimentación
La gastronomía de Nepal es muy parecida a la cocina India, y tiene como ingrediente base de la alimentación el arroz, aunque también conservan ingredientes específicos del país.
El alimento básico es el arroz, aunque la sopa de lentejas y las verduras condimentadas con curry -que suele estar compuesto de jengibre, ajo y chile- también tienen su particular protagonismo. En los lugares de grandes alturas suelen sustituir el arroz por lo que se conoce con el nombre de tsampa, que son granos crudos, molidos y mezclados con té, leche, agua, o simplemente secos.
Una oportunidad para probar la carne del yak
Las carnes que más se consumen son la de cerdo, cabra, pollo, búfalo y yak, otro mamífero oriundo de esta región montañosa. Nunca se consume carne de vaca, porque al igual que en la India, tiene el reconocimiento de animal sagrado. Es frecuente acompañar las comidas con una especie de tortas de pan llamadas chapatis, que pueden estar elaboradas de diversas formas; fritas, al horno…, y condimentadas con diversas especias o rellena la masa con queso. Sirven también como aperitivo para calmar el apetito antes de la hora de la comida, o como tentempié si se está realizando algún trekking o senderismo en una de las cientos de rutas de montaña que existen.
La fruta fresca es un lujo, hasta el punto que se vende por trozos
De postre, dulces
El viajero no puede dejar Nepal sin probar los dulces, tan deliciosos como empalagosos para muchos, y que reflejan en su elaboración años de sabiduría y tradición. Comer fruta fresca en la alta montaña resulta difícil o cuando menos todo un lujo para la mayoría de los habitantes que no se puede permitir pagar los elevados precios. Debido al coste del transporte desde las ciudades o las zonas más llanas hasta la montaña, los precios se multiplican hasta el punto de que en estos lugares se vende la fruta por unidades o por trozos.
A pesar de que las temperaturas no inviten a beber, el viajero debe hidratarse pues la altitud engaña la sensación de sequedad del cuerpo
El té es muy fuerte para el paladar occiental
Aunque el clima en Nepal es frío debido a la altitud a la que se encuentran muchas poblaciones y rutas turísticas, conviene no olvidarse de la hidratación para no resentir la salud. Las bebidas más fáciles de encontrar son la leche y el té. Este último suele tener un sabor muy intenso, que suelen rebajar con especias como el cardamomo y también con leche. También se consume charg, una cerveza de arroz de fuerte sabor. El viajero encontrará también bebidas de alta graduación, siendo las más típicas el raskshi, bebida destilada de arroz, el arak que se elabora a partir de patata o las bebidas picantes, conocidas con los nombres de jelebis y laddus.