Durante los días de Navidad es habitual reunirse con la familia o amigos alrededor de una mesa que por lo general está repleta de comida, bebida, dulces, etc. Resulta difícil resistirse a probar todo tipo de aperitivos, platos y turrones típicos de estas fechas, lo que fácilmente se traduce en un aumento de peso. Por ello, para intentar disminuir esta ganancia de peso, nada mejor que realizar un poco de ejercicio durante estos días.
¿Cuál es el más apropiado?
El ejercicio físico es un elemento fundamental para nuestra salud, ya que además de conseguir quemar calorías, se reduce la grasa corporal, se mejora la fuerza muscular y se contribuye al mantenimiento de la masa ósea, por lo que conviene realizarlo no sólo en épocas de mayor ingesta como las Navidades, sino durante todo el año.
No existe un deporte en concreto que se pueda considerar el más apropiado para todo el mundo, ya que a la hora de elegir qué ejercicio se va a realizar es importante tener en cuenta las necesidades de cada persona, su estado físico, edad y tiempo del que dispone. Además se recomienda que la actividad que se vaya a desarrollar no resulte agotadora.
Si se tiene la costumbre de realizar ejercicio de forma habitual durante todo el año, no hay porqué dejar de practicarlo en las Navidades, cuando se supone que se dispone de más tiempo libre. En caso de que normalmente no se lleve a cabo ningún tipo de deporte, no es necesario que en Navidad se comience a ir a un gimnasio ni realizar ejercicios extenuantes. En estos casos es suficiente con acostumbrarse a pasear unos minutos al día en vez de estar en casa, ir andando a los sitios en lugar de coger el coche, bajarse del autobús una parada antes de la deseada para terminar el trayecto a pie o simplemente sustituir el ascensor por las escaleras.
Es curioso saber que si se anda durante media hora, se consiguen quemar unas 100 calorías, las mismas que contiene un trozo de turrón o dos bombones pequeños…. y que bailando un hora, las calorías que se queman son aproximadamente de 300 a 400, más o menos las contenidas en un trozo de turrón, dos bombones pequeños y un mazapán.
La importancia de la alimentación
Es importante no olvidar que la alimentación juega un papel fundamental a la hora de prevenir un aumento de peso, por lo que durante estos días nada mejor que combinar un poco de ejercicio con unos hábitos alimentarios lo más saludables posible.
La realidad es que en estas fechas resulta más difícil llevar a cabo una correcta alimentación, si bien es posible compensar los días de grandes comidas o cenas, como Nochebuena, Navidad o Nochevieja, con una alimentación más ligera y equilibrada durante los días no festivos.
En las comidas o cenas de los días de fiesta conviene no hacer más de una concesión por comida. Es decir, si se va a tomar un primer plato de alto contenido graso y calórico como frituras, embutidos, ensaladilla rusa… resulta conveniente que tanto el segundo plato como el postre sean más ligeros. Una buena idea sería tomar un pescado suave cocinado a la plancha o al horno y un poco de fruta fresca, un yogur o una infusión de postre. En caso de que el segundo plato sea una carne o pescado cocinados en salsa, una buena opción sería la de tomar como primer plato una ensalada, un caldo, una crema o un plato de verdura y un postre ligero como los mencionados anteriormente. Y si la gran tentación es el postre, la mejor solución es la de optar por un primer y un segundo plato suaves y ligeros.