¿Qué ha cambiado en el conocimiento del cáncer para que la nutrición sea una herramienta más contra la enfermedad?
Ahora se conoce mejor el metabolismo del cáncer, en concreto, qué diferencia a las células malignas en su manera de adquirir nutrientes y cómo los utilizan con respecto a las células normales. Además, se han incorporado una gran cantidad de nuevas dianas terapéuticas y tratamientos oncológicos, cada vez más solicitados, y se ha producido un avance en el conocimiento de las mutaciones que cada tumor tiene en cada paciente. Todo ello ha sido imprescindible para alumbrar esta nutrición de precisión.
¿Qué aporta en la respuesta al tratamiento oncológico?
Aúna todos los conocimientos de los que hablaba y permite utilizar una nutrición precisa en cada uno de los pacientes y seleccionar una pauta nutricional que sea lo más eficaz posible en el tratamiento oncológico.
¿Tiene efectos en la progresión del cáncer, en la toxicidad de las terapias o en la resistencia a la terapia?
Una nutrición terapéutica adaptada a cada paciente de cáncer es un pilar fundamental del tratamiento oncológico. Es una herramienta que ayuda en la evolución favorable de la enfermedad y puede utilizarse para favorecer la tolerancia a los tratamientos y evitar potenciales efectos secundarios, más allá de los que podemos intuir en nuestro día a día. Al final, una persona que tiene una nutrición adecuada y precisa va a estar mejor acondicionada para hacer frente a los efectos secundarios de cada uno de los tratamientos.
¿Hay alimentos ‘prohibidos’ en un proceso oncológico por su efecto negativo en la acción de un tratamiento?
Conocemos nutrientes que las células tumorales emplean de forma ventajista. Por ejemplo, usan para crecer la fructosa, un tipo de azúcar presente en una proporción muy alta en los alimentos ultraprocesados. También se aprovechan de algunos aminoácidos esenciales o semiesenciales, como la serina o la metionina.
¿La nutrición de precisión puede fortalecer el sistema inmunológico que se ve afectado en los pacientes oncológicos?
Los alimentos ricos en fibra o los fermentados son capaces de afectar a la microbiota intestinal. Una buena regulación de dicha microbiota es clave para favorecer el efecto de algunos tratamientos, como puede ser la respuesta inmunológica de las propias células del sistema inmune frente al tumor.
La ciencia insiste en que no hay superalimentos contra el cáncer, pero ¿puede haber supernutrientes para cada paciente concreto?
Deberíamos huir de ese prefijo ‘súper’. Más que de supernutrientes, podemos hablar de una nutrición más precisa para cada persona. Hay nutrientes más precisos para cada tipo de tumor, cada paciente, cada tratamiento o cada mutación que tiene dicho tumor. Además, la nutrición oncológica de precisión tiene en cuenta otras circunstancias que tiene la persona, como puede ser la diabetes o la intolerancia a algunos alimentos.
¿Todos los pacientes pueden beneficiarse de la nutrición oncológica? ¿Para qué tipo de tumores sirve y en qué estadio?
No hay una restricción en cuanto al estadio del tumor. A día de hoy, la nutrición de precisión que realizamos solo está concebida para tumores sólidos. Todavía no damos entrada a enfermedades cancerosas del sistema hematológico ni la aplicamos al cáncer infantil, pero hay una clara voluntad de ampliar su uso en el futuro a todos los procesos oncológicos.
¿Es más útil en determinados tratamientos (inmunoterapia, quimioterapia…) o en todos ellos?
La evidencia científica la tenemos en algunos tratamientos muy consolidados, como las quimioterapias clásicas. También hay mucha evidencia sobre antiangiogénicos (agentes que dificultan el crecimiento de vasos en torno al tumor), en las terapias inmunológicas y en algunos agentes biológicos dirigidos. Estos cuatro pilares son a día de hoy fundamentales, aunque muchas veces también hacemos nutrición de precisión con pacientes a los que se aplican otras terapias biológicas. Manejamos una herramienta dinámica que vamos adecuando al conocimiento científico.
Hagamos un paso a paso. ¿Qué se analiza en un paciente que acaba de ser diagnosticado para diseñar una dieta personalizada?
El proceso empieza por un informe detallado de la situación oncológica de la persona. Allí, el equipo de oncólogos especialistas en nutrición de precisión recoge toda la información disponible y la introduce dentro de un algoritmo de inteligencia que contempla la edad, las comorbilidades (enfermedades) que pueda tener la persona, el tipo de tumor y el estadio en que se encuentra, el tratamiento que está recibiendo, si existe o no alguna alteración genética interesante en ese tumor…
El algoritmo desarrollado por el CNIO individualiza una recomendación dietética, supervisada por un equipo de nutricionistas especializados en cáncer, que consiste en cinco comidas al día. En paralelo, se añade una serie de suplementos que pueden favorecer la eficacia de los tratamientos, y como tercer pilar se analiza la microbiota intestinal de cada paciente.
¿Qué se busca en la microbiota?
Si es o no favorable al tratamiento que está recibiendo el paciente. Si no lo es, se realizan las modificaciones necesarias para que pueda ayudar al sistema inmunológico a la hora de actuar contra el tumor. El objetivo de todo el proceso es favorecer los nutrientes que nos interesan y evitar la ingesta de los nutrientes que no lo son.
¿La nutrición oncológica juega también un papel en la prevención de las recidivas de un tumor?
Llega también a esos procesos. Lo que hace es favorecer que la enfermedad se controle durante más tiempo y reducir la probabilidad de recaída.
¿Una mala nutrición puede invalidar el efecto de un buen tratamiento?
Sería muy arriesgado decir, y más aún demostrar, que un tratamiento ha fallado porque la nutrición ha sido inadecuada. Podemos decir que una dieta precisa no va a ser perjudicial para la eficacia de ningún tratamiento, puesto que la persona sigue una pauta nutricional adecuada a su situación oncológica. En ningún caso el efecto del tratamiento será menor, lo que intentamos es ayudar a que sea mejor.
En las últimas dos décadas la oncología ha dado un gran paso adelante con la incorporación de nuevas terapias como la inmunoterapia o las terapias dirigidas. ¿La nutrición de precisión puede equipararse a estos grandes avances?
Es una rama más del árbol de la mejora del conocimiento sobre la enfermedad y del tratamiento del cáncer. Por supuesto, los avances en el tratamiento son el principal hito que ha habido, pero tienen que complementarse con otras actuaciones en el día a día.
¿Qué desarrollo tendrá la sociedad TNC Terapia que han formado el CNIO y el Hospital 12 de Octubre y qué utilidad tendrá para los pacientes de cáncer de cualquier punto de España?
El servicio que ofrecemos está disponible para cualquier paciente, pero no está dentro del Catálogo de Prestaciones Sanitarias del Sistema Nacional de Salud. Cualquiera que desee asesoramiento puede tenerlo, solo tiene que solicitar el servicio personalmente. Ojalá en un futuro se implemente en todos los centros y dé lugar a una colaboración con toda la red nacional de hospitales.