[ 📌 Ya estamos en WhatsApp y Telegram. ¡Entra y síguenos! ]
La tasa de obesidad infantil disminuye de manera desigual
En España hay menos escolares con sobrepeso y obesidad que hace cuatro años. La tasa de exceso de peso ha descendido desde entonces en un 4,5 %. Sin embargo, este descenso apenas se ha dado en niños y niñas que pertenecen a familias con ingresos brutos inferiores a 18.000 euros anuales. En estos casos, los índices de sobrepeso y obesidad se mantienen estables desde 2011, cuando se hizo el primer estudio ALADINO.
Los nuevos datos, recabados en 2023, pertenecen al último estudio ALADINO, cuyos resultados preliminares se han dado a conocer esta semana. Aunque todavía se sigue trabajando en el informe final, las cifras presentadas muestran con nitidez la relación entre el poder adquisitivo y la incidencia de la obesidad, algo que ya se había visto en el anterior estudio y que también recoge el informe sobre obesidad infantil publicado en 2022 por la Fundación EROSKI.
«España no puede permitir que la alimentación de las niñas y los niños dependa de su código postal», ha denunciado el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, aludiendo al hecho de que las condiciones de precariedad repercuten en la salud de los más pequeños y en sus hábitos alimentarios. “Los poderes públicos tenemos la responsabilidad de garantizar que todos los niños y todas las niñas, independientemente de los recursos de su familia, tengan derecho a una alimentación saludable y de calidad”, ha añadido.
La obesidad infantil entre las familias de menor renta (23,60 %) duplica a la que se registra entre las familias de rentas superiores (10,90 %).
El exceso de peso infantil: datos y cifras
- Menor nivel de renta, mayor tasa de obesidad. Las prevalencias de obesidad y sobrepeso son más altas en entornos familiares con ingresos brutos inferiores a 18.000 euros anuales. Por el contrario, los valores de normopeso son superiores en familias con ingresos anuales mayores, con una diferencia cercana al 18 % entre las familias que ingresan más de 30.000 euros al año y las de renta baja.
- Tendencia a la cronificación de la obesidad en los niños y niñas más vulnerables. Las mayores prevalencias de exceso de peso se mantienen constantes desde 2011 en las familias de rentas más bajas, lo que supone una potencial cronificación del exceso de peso en los escolares de familias más vulnerables y un aumento de la desigualdad en la salud con respecto a los niños y niñas procedentes de familias con rentas medias y altas.
- Los niños, más afectados que las niñas. La obesidad y la obesidad severa continúan siendo más frecuentes en niños (niños 17,3 % vs. niñas 14,3 %; niños 4,8 % vs. niñas 2,4 %, respectivamente), mientras que el sobrepeso no presenta diferencias entre sexos.
Hábitos alimentarios
- Pocas frutas y verduras. Menos de la mitad de los escolares consumen fruta a diario y solo el 23,8 % toman verdura a diario. Estas cifras descienden en las familias con rentas más bajas.
- Frecuencia de refrescos azucarados. El 3,8 % de los escolares bebe refrescos con azúcar más de tres días a la semana. En las familias con rentas más bajas, se multiplica por más de 8 el porcentaje de los niños y niñas que consumen refrescos con azúcar más de tres días a la semana (7,8 % vs. 0,9 %), con un consumo más acusado en niños (9,9 %).
Actividad física y tiempo de pantallas
- Demasiadas pantallas. En familias con menor nivel de renta, el porcentaje de niños y niñas que se exponen a más de dos horas diarias frente a una pantalla (41,4 %) duplica al de las familias con mayor renta (22,8 %). En términos globales, tres de cada diez escolares (30,0 %) pasan cada día más de dos horas frente a una pantalla, aumentándose así el sedentarismo.
- Menos actividades extraescolares. El porcentaje de niños y niñas que realiza al menos dos horas de actividades extraescolares a la semana cae más de 20 puntos en los hogares con menos ingresos (64,2 %) respecto a los hogares con mayores ingresos (88,1 %).
Análisis de los datos
Al igual que en la edición anterior de 2019, de entre los factores asociados a la obesidad, siguen destacando los relacionados con los hábitos de alimentación y con la falta de actividad física, el bajo consumo de frutas y hortalizas o el uso excesivo de pantallas. Continua la brecha en la situación ponderal de los escolares dependiendo del nivel de ingresos económicos de la familia.
El informe final del estudio, en el que actualmente se está trabajando, expondrá con más detalle la relación del sobrepeso y obesidad con hábitos alimentarios y de sedentarismo de los escolares, así como con hábitos socioeconómicos de sus familias. La reducción de la obesidad y el sobrepeso infantil supone un avance en la situación, si bien estas cifras continúan siendo muy elevadas y persisten las diferencias atribuibles a las características económicas de las familias.
Próximos pasos: comedores infantiles y regulación de la publicidad
“Los resultados del estudio nos muestran que, si bien estamos avanzando, no lo hacemos al mismo ritmo en todos los niveles socioeconómicos», ha concluido Pablo Bustinduy y, por ello, ha anunciado que desde el ministerio de Consumo se está trabajando en una serie de medidas «valientes» y «ambiciosas» para continuar reduciendo estas tasas y la desigualdad que reflejan.
«Con estos datos en la mano, la legislación vigente y la autorregulación actual de la industria alimentaria se han demostrado insuficientes para hacer frente a un reto como el que tenemos por delante», ha declarado. A este respecto, el ministro ha puesto el foco, en primer lugar, en los comedores escolares como espacios que sirvan para educar a niños y a niñas en una dieta sana y variada, y para que adquieran buenos hábitos alimentarios.
En esta línea, ya está en trámite el Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles y el desarrollo del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil que lidera el Ministerio de Sanidad. Este real decreto garantizará, en palabras del ministro, que las cinco comidas que se hagan cada semana en los centros escolares sean saludables, «y se asegure así una dieta variada y equilibrada».
El ministro Bustinduy ha mencionado otra medida sobre la que está trabajando: la regulación de la publicidad infantil de alimentos insanos, materia en la que ha expresado que se actuará «de manera decidida». También se apoya en los datos que sobresalen de este estudio ALADINO: el porcentaje de niños y niñas que consumen bebidas azucaradas más de tres días a la semana. Según recoge el estudio, la cifra se ha multiplicado por más de ocho en los últimos años, pasando del 0,9 % en 2019 al 7,8 % en 2023.