El kumquat es una fruta originaria del Este de Asia. Se cultiva principalmente en Japón y China, aunque también hay campos en Australia y en Florida.
El kumquat o «naranja enana» pertenece a la familia de las Rutáceas, familia que comprende más de 1.600 especies. Se considera el cítrico más pequeño y el único que tiene la cáscara comestible. Es una fruta muy rica en vitamina C, flavonoides y aceites esenciales.
Agridulce por fuera y amargo por dentro
Los principales países productores cosechan y recolectan el kumquat en épocas distintas, por lo que este cítrico está disponible durante todo el año en nuestros mercados.
El kumquat destaca por la cantidad de vitamina C y ácido fólico que aporta al organismo
Tiene una forma ovoide, su tamaño oscila entre los 2 y 3 centímetros de diámetro y los 4 y 5 centímetros de largo y su peso varía entre los 5 y los 20 gramos. Su piel es lisa, de color anaranjado y muy brillante. Su sabor ofrece el contraste dulce acidulado de la cáscara y el ligero toque amargo de la pulpa. Es un fruto muy aromático y fácil de comer.
Pequeño de tamaño pero gran antioxidante
Esta fruta contiene principalmente agua, hidratos de carbono y fibra. Por sus micronutrientes, destaca por la cantidad de vitamina C que aporta y el ácido fólico. De los minerales predomina el potasio, el magnesio y el calcio, aunque este último apenas es absorbido por el organismo. También contiene sustancias antioxidantes como el caroteno, responsable de su color, y el ácido málico, oxálico, tartárico y cítrico; éste potencia la acción de la vitamina C.
Deben elegirse los ejemplares de piel firme, brillante y sin manchas
Los kumquat se suelen presentar de una forma atractiva, unidos a su rama y manteniendo algunas de sus verdes hojas. Deben elegirse los ejemplares de piel firme, brillante y sin manchas, ya que son frutos delicados y frágiles debido a su delgada capa de piel. Fuera del frigorífico puede conservarse en buenas condiciones casi una semana, pero si se mantiene en refrigeración este periodo se amplía hasta 3 semanas.
Posibilidades culinarias
El kumquat se puede consumir fresco, pelado o sin pelar, si previamente se ha lavado cuidadosamente su piel. También se puede añadir a macedonias, ensaladas, rellenos de tartas y pasteles o se puede emplear como ingrediente de una salsa agridulce para combinar con carnes.
Con esta fruta se pueden elaborar diversos derivados como kumquat confitado, mermelada o jarabe. Asimismo resulta muy útil en la decoración de los platos porque gracias a su pequeño tamaño y llamativo color, mejora la presentación de las recetas.
El kumquat es una fruta pequeña pero que ofrece multitud de posibilidades en la cocina.