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❌ Solo aportan hidratos de carbono
FALSO. Se cree de forma errónea que las patatas solo contienen hidratos (17 g por cada 100 g), pero es un alimento rico en fibra, vitaminas (grupo B y C), antioxidantes (aportan compuestos fenólicos similares a los del brócoli y la espinaca) y minerales como hierro, sodio o calcio.
❌ Son muy calóricas
FALSO. Unos 100 g de patatas cocidas, asadas o al vapor aportan apenas unas 70 kcal. Fritas contienen cuatro veces más calorías. Esto sucede porque la patata tiene un gran contenido en almidón, que es un compuesto que absorbe una gran cantidad de líquidos.
Al introducir las patatas en el aceite hirviendo, a unos 180 °C, el agua de la patata se evapora rápidamente y el almidón absorbe el aceite, lo que añade más calorías. Una bolsa de patatas fritas, por su parte, supera las 500 kcal, ya que al estar cortadas en trozos más finos absorben mucho más aceite.
✅ La patata vieja tiene más almidón
VERDADERO. Hay muchas variedades de patatas, pero según el momento de recolección se clasifican en patatas nuevas y viejas.
- La patata nueva se recolecta en el momento óptimo de maduración o un poquito antes. Su piel es lisa, fina y dorada. Además, al tener más cantidad de agua, también contiene menos almidón y, por ello, menos calorías.
- La vieja se recolecta más tarde, hasta 12 meses después de su maduración. Resulta más grande, su piel es más gruesa y su interior más amarillo. Respecto a su composición, también tiene más almidón, lo que le aporta una cualidad espesante.
Por este motivo la patata vieja se recomienda para cremas y guisos, mientras que la patata nueva se aconseja para freír y para hacer tortillas de patata.
✅ Las patatas son ricas en vitamina C
VERDADERO. De los nutrientes que contienen destaca la vitamina C. Una ración de patatas cocidas (180 g) contiene unos 10 mg, una octava parte de las necesidades diarias de una persona adulta. Las patatas nuevas duplican esa cantidad (se va perdiendo desde su maduración). Aunque la vitamina C es sensible al calor y una parte desaparece al cocinar, sigue siendo una buena fuente de este nutriente.
❌ Se pueden comer crudas
FALSO. Las patatas contienen unas toxinas naturales llamadas glicoalcaloides, que producen varias especies de plantas de la familia de las solanáceas y que sirven de pesticida natural contra los insectos y parásitos.
La solanina, que es la que está más presente en las patatas, también es tóxica para las personas, por ello se recomienda lavarlas siempre y eliminar por completo las zonas verdes, que indican que puede haber un exceso de solanina. Pelar las patatas antes de cocerlas puede reducir el contenido de este tóxico entre un 25 % y un 75 %.
Si estas toxinas se ingieren en cantidades elevadas, pueden ocasionar síntomas gastrointestinales (dolor de estómago, de garganta o reacciones alérgicas) y neurológicos (pérdida de consciencia, alucinaciones, bajada de tensión o hipotermia).
✅ Hay que evitar comer las patatas que tengan brotes
VERDADERO. Que las patatas tengan brotes significa que están en su fase de germinación porque no se han conservado bien y, por lo tanto, han comenzado a generar los compuestos tóxicos. Si el brote es aún muy pequeño y superficial, podemos eliminarlo y la patata se puede comer. Si el brote es grande, hay varios repartidos por toda la patata y la piel se está volviendo verde, presenta arrugas y al tocarla se nota blanda, es mejor tirarla.
❌ Crudas se guardan en la nevera
FALSO. A bajas temperaturas, el almidón de la patata cruda se degrada y comienza a convertirse en azúcar. Luego, al cocinar estas patatas, esos azúcares facilitan que se formen algunos compuestos tóxicos, como la acrilamida. Tampoco se deben almacenar en un lugar con luz, porque esta aumenta la producción de glicoalcaloides y estimula la síntesis de la clorofila, por lo que aparecen las zonas verdes. Lo idóneo es comprar solo las patatas que vamos a utilizar en breve y almacenarlas en un lugar oscuro, fresco, seco y aireado.
✅ Las patatas cocidas son más saciantes
VERDADERO. La saciedad de un alimento nos permite sentirnos llenos por más tiempo y, por lo tanto, retrasa la sensación de apetito. Por ello, los alimentos más saciantes pueden ser un buen aliado para perder peso. Según el índice de saciedad, las patatas cocidas son el alimento más saciante (con un índice del 323 %).
Además de más saciantes, si las cocemos y las guardamos en la nevera durante toda la noche, generan almidón resistente, que se digiere mejor y favorece el desarrollo de bacterias beneficiosas en el intestino. Aunque si las volvemos a calentar a más de 130 °C, el almidón recuperará su estructura anterior.
✅ Las patatas pueden servir de antiácido
VERDADERO. La patata, siempre que se consuma cocida o asada, es un alimento de fácil digestión que suaviza el estómago, ya que regula el ácido gástrico. Así lo confirman varios estudios publicados en el Journal of Healthy Nutrition and Dietetics. Su almidón ayuda a reducir la acidez de los jugos gástricos y, por lo tanto, disminuye el malestar que provoca el reflujo.
🤔 ¿Qué nos aportan 100 g de patatas?
Datos por 100 g de patatas hervidas sin piel:
- Calorías: 77 kcal
- Grasas: 0,1 g
- Sodio: 6 mg
- Potasio: 421 mg
- Hidratos: 17 g
- Fibra: 2,2 g
- Azúcares: 0,8 g
- Proteínas: 2 g
- Vitamina C: 19,7 mg
- Calcio: 12 mg
- Hierro: 0,8 mg
- Vitamina B6: 0,3 mg
- Magnesio: 23 mg