El pescado tiene una composición en nutrientes parecida a la de la carne: proteínas de gran calidad, grasas o lípidos, pequeñas cantidades de vitaminas, sales minerales y purinas (principalmente en el azul).
Al igual que la carne, no contiene hidratos de carbono y en función de la cantidad de grasa se dividen en pescados grasos (0-2% de grasa), semigrasos (2-6% de grasa)y azules (más de 6% de grasa).
El tipo de grasa más abundante es la insaturada, y en los azules abundan los ácidos grasos de la serie omega-3.
Destaca así mismo su contenido mineral de yodo, fósforo y magnesio. Cabe señalar que algunos peces que se comen con espina, aportan además calcio de fácil asimilación en cantidades significativas (conservas de sardinas, pescaditos fritos, etc.).
Trucos podemos emplear para hacerlo más atractivo y apetecible
1. Se deben escoger las piezas de pescado que menos espina tienen (lomos en lugar de rodajas, filetes sin espinas…)
2. Probar a cocinarlo de diferentes formas, de manera que resulte más atractivo: con salsa (verde, americana, rosa…), al horno, en croquetas o albóndigas, en puding, preferiblemente acompañado siempre de una guarnición vegetal (patatas a la panadera, verduras salteadas, sofrito de verduras, etc.).
Primeros platos
Sopa con tropezones de rape o merluza.
Macarrones con atún y gambas.
Ensaladas con atún o sardinillas.
Ensaladilla rusa con atún.
Pastel vegetal de atún.
Paella de pescado.
Segundos platos
Huevos rellenos de atún.
Tortilla de atún o boquerones o de bacalao.
Croquetas de merluza o de bacalao y gambas o palitos de pescado.
Fritos de bacalao.
Puding de pescado.
Otros
Bocadillo de atún.
Emparedado de paté de pescado.
Pizzas caseras con atún o sardinas.