El estreñimiento es cada vez más común en las sociedades industrializadas. Afecta a un gran número de personas; su prevalencia se sitúa entre el 15% y el 25% de la población. En algunas ocasiones, es un síntoma asociado a ciertas patologías; en otras, puede manifestarse sin estar relacionado a ningún estado patológico. Es en estos casos cuando se habla de “estreñimiento funcional”. El estreñimiento se caracteriza por la formación de heces duras, secas y difíciles de evacuar; el tránsito intestinal se enlentece y se defeca con menos frecuencia. En el presente artículo se explica la relación entre el estreñimiento y la dieta y se indaga en el papel de los alimentos probióticos para combatirlo.
Estreñimiento y estilo de vida
El tránsito intestinal no es igual para todas las personas. La frecuencia que se considera «normal» oscila entre las tres deposiciones al día y una única deposición cada tres días. Se habla de estreñimiento cuando se pasa más tiempo sin ir al baño, cuando las deposiciones son dolorosas o conllevan cierta dificultad. En la actualidad, casi dos de cada diez personas padecen estreñimiento crónico. El estreñimiento funcional -es decir, el que no es un síntoma o consecuencia de una enfermedad- está relacionado con algunos cambios en el estilo de vida que experimenta nuestra sociedad.
La inactividad y la rutina sedentaria podrían promover la aparición de estreñimiento. Dado que el estreñimiento se asocia a una falta de los movimientos regulares del intestino que impulsan el bolo fecal hacia el ano, la actividad física podría contribuir a una mejora del estreñimiento funcional, ya que promueve el aumento del tono muscular del intestino.
Otro aspecto relacionado de manera directa es el patrón dietético actual, sobre todo en lo que se refiere a la ingesta de fibra dietética y agua.
- La fibra dietética confiere al bolo fecal volumen y peso, de forma que contribuye a un mayor deslizamiento de este por el intestino; acelera el tránsito intestinal y favorece las evacuaciones.
- El agua es también responsable del incremento del volumen del bolo fecal, puesto que interacciona con la fibra dietética mediante la formación de un bolo más viscoso, voluminoso y gelatinoso y ayudando así al paso a través del intestino.
Las investigaciones actuales ponen de manifiesto el descenso del consumo de fibra en España y en Europa, así como en el resto de países desarrollados. El aumento de la ingesta de agua y de fibra dietética son la base del tratamiento de estreñimiento funcional. Alimentos como los cereales integrales (pan, cereales de desayuno, arroz, pasta, etc.), legumbres, verdura, fruta y frutos secos deben ser la base de la dieta en personas con estreñimiento.
Alimentos probióticos para el estreñimiento
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los probióticos son microorganismos vivos que, suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo. Los probióticos pueden consumirse en forma de preparados (que se compran en la farmacia) o en forma de alimentos, es decir, en alimentos que contengan estos tipos de microorganismos, como el yogur o las leches fermentadas.
No hay que confundir probióticos con prebióticos. Los alimentos o sustancias prebióticas son las que favorecen el crecimiento o actividad de una o varias de las bacterias del colon.
El efecto de los probióticos sobre el estreñimiento ha sido muy estudiado en los últimos años. Los probióticos podrían contribuir a una mejora de la flora intestinal en quienes padecen estreñimiento y promover así una mejoría de los movimientos intestinales. Las especies de Lactobacillus y Bifidobacterium han sido las más estudiadas.
En 2014 se publicó una completa revisión de la literatura científica y metaánalisis sobre el tema. Bajo el título ‘El efecto de los probióticos en el estreñimiento funcional en adultos‘, la investigación analizó la cuestión a fondo. En general, el uso de probióticos se relacionó con una reducción significativa del tiempo de tránsito intestinal (12,4 horas de media) y con una mayor frecuencia de deposiciones. Los probióticos mejoraron también la consistencia de las heces. Las cepas relacionadas con estos efectos beneficiosos fueron, en particular, las Bifidobacterium lactis.
Aun así, esta revisión sistemática señala que son necesarios más estudios bien diseñados para poder concluir de manera firme el tipo de especies, las dosis y la duración necesaria del uso de probióticos sobre el estreñimiento.