Durante el proceso de elaboración de la mantequilla se obtiene como subproducto la mazada o suero de mantequería. Este producto, se centrifuga para separar cualquier resto de grasa que aún pueda contener. Posteriormente, mediante un proceso de fermentación, se obtiene la mazada fermentada, un producto líquido de sabor ácido y de consistencia más viscosa que la leche fresca que se consume generalmente como bebida refrescante.