70 años de pérdidas de nutrientes
La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (Food Standards Agency) ha registrado la cantidad de potasio, calcio, magnesio, hierro y cobre en frutas y verduras a lo largo de la historia. Su investigación compara estos nutrientes en dos periodos de tiempo: 1929-1944 y 2002. Las frutas y las verduras siguen siendo alimentos saludables con muchos nutrientes interesantes, aunque han perdido nutrientes. Las siguientes son algunas de las pérdidas más importantes registradas:
🍎 Frutas
- Sandía. Ha perdido un 64,02 % de potasio (ha pasado de 3.610 mg/100 g a 1.299 mg/100 g).
- Melón (cantalupo). Ha perdido un 98,57 % de cobre (ha pasado de 0,7 mg/100 g a 0,01 mg/100 g).
- Aguacate. Ha perdido un 51,22 % de calcio (ha pasado de 82 mg/100 g a 40 mg/100 g).
- Manzana. Ha perdido un 68,42 % de hierro (ha pasado de 1,9 mg/100 g a 0,6 mg/100 g).
- Uva. Ha perdido un 26,13 % de magnesio (ha pasado de 111 mg/100 g a 82 mg/100 g).
🥕 Verduras
- Patata. Ha perdido un 51,28 % de hierro (ha pasado de 3,9 mg/100 g a 1,9 mg/100 g).
- Lechuga. Ha perdido un 93,55 % de cobre (ha pasado de 3,1 mg/100 g a 0,2 mg/100 g).
- Tomate. Ha perdido un 49,50 % de calcio (ha pasado de 200 mg/100 g a 101 mg/100 g).
- Zanahoria. Ha perdido un 74,34 % de magnesio (ha pasado de 113 mg/100 g a 29/100 g).
- Cebolla. Ha perdido un 22,65 % de potasio (ha pasado de 1.881 mg/100 g a 1.455 mg/100 g).
¿Son los cultivos ecológicos la solución?
Existen diversos estudios y revisiones que afirman que los productos derivados de la agricultura ecológica contienen niveles más elevados de algunos micronutrientes, como vitamina C, hierro, calcio o magnesio, entre otros. ¿Pueden ser estos productos la respuesta a la pérdida de nutrientes de frutas y verduras?
María González, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicia (CODINUGAL), lo tiene claro: “Se necesitan más estudios para poder afirmar que exista una diferencia en la calidad de los nutrientes entre los alimentos producidos ecológicamente y los convencionales, ya que sobre la base de una revisión sistemática de calidad (es decir, una investigación en profundidad que recopile todos los estudios que se han hecho al respecto y los analice), no hay pruebas de que así sea”.
Para María Dolores Raigón, investigadora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), “la solución pasa por incorporar a la producción agrícola técnicas de conservación de suelos, que impidan la pérdida de materia orgánica por erosión. Esto favorecería una mayor diversidad y un suelo más saludable”. Se está haciendo un gran esfuerzo para que esto suceda y, por ejemplo, actualmente se están desarrollando algunos biofertilizantes (fertilizantes orgánicos) que han demostrado tener propiedades beneficiosas en los cultivos.
Sin embargo, Raigón cree que todavía es necesario adoptar sistemas productivos que energéticamente sean más eficientes y cuya producción sea superior a la demanda del consumidor. El objetivo es poder producir mayor cantidad de productos de origen vegetal, pero sin que estos alimentos pierdan su calidad nutricional.